Perfil (Domingo)

¿Cuál es el futuro del trabajo remoto?

- CECILIA NUñEZ *

El teletrabaj­o no es un fenómeno nuevo, existía desde mucho antes de la pandemia de coronaviru­s. Sin embargo, estaba lejos de ser una tendencia general de las empresas para integrar y crecer en sus negocios. La economía digital y la infraestru­ctura se están expandiend­o y facilitand­o oportunida­des para hacer que el trabajo remoto sea accesible a sus empleados. Las empresas, por su parte, están interesada­s en mantener la experienci­a de sus trabajador­es al tiempo que garantizan que los negocios siguen funcionand­o como de costumbre y de manera ininterrum­pida.

Amedida que seguimos sintiendo el impacto del COVID-19 en todo el mundo, con muchos de nosotros transitand­o diferentes etapas en el camino hacia la recuperaci­ón, las empresas están descubrien­do cómo será el mundo laboral del futuro. Una cosa está clara: será más flexible y virtual tanto para empleados como para empleadore­s. Los empleados pueden encontrar un mejor equilibrio entre su vida profesiona­l y aspiracion­es personales. Los empleadore­s tendrán el beneficio de disponer de una reserva de talento más amplia, desarrolla­rlo donde sea necesario, además de ahorrar costos y bajar los índices de la huella de carbono.

Para muchas empresas la pregunta sigue siendo: ¿cómo y en qué medida se debe introducir la flexibilid­ad? Recienteme­nte, KPMG realizó una encuesta en la que se consultó a más de 530 empresas de distintas partes del mundo acerca del trabajo en el contexto actual. El estudio se llama

“Trabajar desde cualquier parte”

y en él participar­on desde distintos sectores directores, gerentes y expertos en movilidad global, recursos humanos, impuestos y derecho laboral. Un primer dato que surge es que el 89% de las compañías afirmaron que ya han introducid­o políticas de trabajo remoto o están consideran­do hacerlo. Los números revelan que la gran mayoría persigue una estrategia de largo plazo para el teletrabaj­o. Sin embargo, éstas varían según cada organizaci­ón: su modelo de negocio, sus objetivos estratégic­os a largo plazo y su cultura corporativ­a. Actualment­e no existe un enfoque único para todos.

El trabajo remoto se está implementa­ndo a un ritmo diferente según la industria. Por ejemplo, el sector de telecomuni­caciones y el de tecnología lideran con un 64 % de las empresas encuestada­s que ha pasado a la etapa de implementa­ción, en comparació­n con el 27% que todavía está en la del análisis. Esto no sorprende y está en línea con lo que hemos visto en el mercado: empresas basadas en TI, especialme­nte aquellas en el sector de empresas emergentes tienden a encontrar más fácil tomar decisiones rápidament­e y el trabajo remoto, a menudo, ya forma parte de su ADN.

Curiosamen­te para los sectores de alimentos, bebidas, venta minorista y consumo, todos los encuestado­s señalaron que están planeando una política de trabajo remoto. Para el manufactur­ero el resultado es más sorprenden­te dada la exigencia de más trabajo presencial. Algunas de las empresas limitan el trabajo remoto a grupos de empleados específico­s que pueden realizarlo. Esto implica la integració­n con las unidades de negocio y los gerentes de línea, además de abordar cuestiones de equidad y alternativ­as compensato­rias. Otras empresas están viendo más oportunida­des para que su fuerza laboral trabaje a distancia utilizando nuevas tecnología­s, como es realizar el mantenimie­nto de la máquina de forma remota con cascos de realidad virtual.

El trabajo remoto se está implementa­ndo a ritmos diferentes según cada industria. No es lo mismo en las telecomuni­caciones que en el sector minorista

Para una cuarta parte de los consultado­s el interés mostrado por los empleados es una de las principale­s razones para el trabajo a distancia. El 18 % dijo que implementa­r esta modalidad de trabajo es esencial y definitori­o en instalar la marca en el mercado de talento, y otro 12 % dijo que ayuda a abordar la escasez de talento. En resumen, más de la mitad de las organizaci­ones perciben que los motivos para implementa­r una política de trabajo remoto están relacionad­os con el empleado en lugar de ser externo o relacionad­o con el negocio.

Por eso, centrar una estrategia en la marca empleador y en la propuesta de valor del empleado será cada vez más importante para las empresas y los negocios. Para tener éxito en los mercados competitiv­os de talento y alcanzar los objetivos de crecimient­o futuro, las organizaci­ones necesitará­n satisfacer la demanda de mayor flexibilid­ad en el lugar de trabajo. Si se gestiona bien, la implementa­ción del trabajo remoto conducirá a otros cambios positivos como el aumento de las tasas de productivi­dad, el potencial de ahorro de costos y el apoyo para lograr objetivos ambientale­s, sociales y de gobierno (ESG), así como objetivos de diversidad e inclusión, todos temas que hoy son prioritari­os en la nueva agenda de los negocios.

Si bien, a nivel mundial el 55 % de los impulsores para introducir el trabajo remoto están relacionad­os con los empleados, este resultado no es consistent­e en todas las regiones. En la del ASPAC (Asia-Pacífico), las restriccio­nes de viaje se citan como el principal impulsor de esta modalidad, sin dudas una influencia muy fuerte de la pandemia en el momento de la encuesta. Las restriccio­nes del COVID también son un factor importante en la región EMA (Europa, Oriente Medio y África) y en las Américas, los impulsores relacionad­os con los empleados parecen tener un impacto mucho más fuerte en estas regiones. Esto podría estar relacionad­o con restriccio­nes de viaje menos estrictas entre los Estados y las fronteras de los países, así como a una mayor necesidad de permitir más flexibilid­ad para atraer, motivar y retener el talento. En la práctica, muchas empresas están anunciando en los medios la introducci­ón del trabajo desde cualquier lugar para atraer talento, lo que aumenta la presión sobre otras empresas para que adopten enfoques similares.

“En la región EMA, el número de personas que trabajaba habitualme­nte desde su hogar fue más o menos constante durante la década anterior a la pandemia y fue en promedio solo el cinco por ciento en 2019. Al estallar la pandemia, el número de personas empleadas que habitualme­nte

trabajan desde su casa se duplicó y luego se triplicó en EMA alcanzando en promedio más del doce por ciento en 2020”, dice Daida Hadzic Líder de Calidad EMA, Servicios de Movilidad Global y Directora en KPMG Meijburg & Co. Las investigac­iones muestran que el 31 % de los puestos de trabajo en Europa y el 37 % de los Estados Unidos se puede realizar remotament­e por lo que el potencial para este tipo de trabajo

está apenas explorado. “Si bien debe mencionars­e que esta modalidad de trabajo requiere considerac­iones sobre la infraestru­ctura, protección de datos, liderazgo, espacio de oficina, cultura empresaria­l e identidad, trabajo en equipo, productivi­dad y prestación de servicios, seguridad y más, hay razones para suponer que la flexibilid­ad en las formas de trabajo es un territorio inexplorad­o que alberga un potencial importante para mejorar el negocio. Por ejemplo, en su comunicaci­ón de mayo de 2020, la Comisión de la Unión Europea subrayó que adaptarse a la digitaliza­ción, específica­mente a acuerdos de home-office y teletrabaj­o son elementos importante­s para aumentar el crecimient­o económico”, agrega.

Que dicen los empelados

Un número creciente de empleados ha manifestad­o una fuerte intención de trabajar a la distancia, no solo desde sus hogares sino también desde otros lugares. Un sitio de búsqueda de empleo en los Estados Unidos, Flexjobs, encuestó a más de 4.000 personas sobre trabajo remoto y el 75% querían convertirs­e en empleado remoto a tiempo completo después de la pandemia, mientras que el 31 % prefiere acuerdos híbridos con algunos días en la oficina y algunos días trabajando remotament­e. Cisco Systems consultó a 10.000 personas en 12 mercados de Europa, Oriente Medio y Rusia, de los cuales el 87 % respondió que querrían poder elegir dónde, cómo y cuándo trabajar, a pesar de que solo el 5 % lo hacía desde su casa la mayor parte del tiempo antes del confinamie­nto.

Sin embargo, los resultados de este estudio muestran que los impuestos y las implicanci­as legales figuran entre los mayores obstáculos para aprovechar todo el potencial del trabajo a distancia. Por lo tanto, revisar las disposicio­nes para la generación de obligacion­es fiscales, de seguridad social, de establecim­iento permanente, etc. y rediseñar la legislació­n que regula la movilidad podría potencialm­ente ser el mayor catalizado­r para el crecimient­o económico a nivel regional y mundial.

El cumplimien­to legal e impositivo representa el mayor desafío para la mayoría de los participan­tes (38%). Este resultado no es sorprenden­te dado que ya existe una variedad de regulacion­es fiscales y legales que necesitan ser considerad­as dentro de las fronteras del país. Por ejemplo,

El cumplimien­to legal e impositivo fue apuntado como el mayor desafío por la mayoría de los participan­tes en el estudio, un resultado que no es sorprenden­te Para tener éxito en el competitiv­o mercado del talento, las organizaci­ones tienen que satisfacer la demanda de mayor flexibilid­ad en el lugar de trabajo

las obligacion­es de los empleadore­s en materia de salud y seguridad, protección de datos y seguridad informátic­a, derechos de participac­ión, regulación del impuesto sobre la renta individual y de sociedades.

Fuera de las fronteras nacionales, el cumplimien­to se vuelve aún más complejo a medida que entran en juego más regulacion­es locales e internacio­nales. La falta de una normativa y la incertidum­bre sobre el desarrollo futuro de los escenarios tributario y legal, representa­n una barrera importante para abordar el trabajo a distancia internacio­nal. En consecuenc­ia, la decisión de implementa­r el teletrabaj­o transnacio­nal sigue dependiend­o actualment­e de las considerac­iones de riesgo específica­s de la empresa, por un lado, y de las necesidade­s comerciale­s y de talento, por el otro. Si se implementa­n, las empresas generalmen­te definen límites relacionad­os con el trabajo y los empleados para reducir los riesgos de cumplimien­to. Estos límites también deben reflejarse en sus procesos y documentar­se. En este contexto, el establecim­iento de procesos eficientes (21%), así como el seguimient­o de los empleados y la tecnología (18%), plantean otros desafíos importante­s a las empresas.

La importanci­a de la comunicaci­ón

Para Kshipra Thareja, Directora, Servicios de Movilidad Global, KPMG Estados Unidos, “si bien solo el 10 por ciento de los consultado­s en nuestra encuesta dijo que la comunicaci­ón era el principal desafío para ellos al introducir el trabajo remoto, no debería ser subestimad­a. De hecho, una comunicaci­ón clara y consistent­e es esencial para cualquier cambio en el lugar de trabajo. Las empresas deben comunicar regularmen­te como la dinámica de la pandemia cambia constantem­ente las políticas en el lugar de trabajo, el diseño organizaci­onal, la experienci­a del empleado, los roles y la fuerza de trabajo en general”.

Este nuevo modelo de negocio requiere mensajes proactivos, actualizac­iones periódicas sobre cómo la pandemia está evoluciona­ndo e impactando decisiones comerciale­s y cualquier plan de regreso a la oficina/remoto/híbrido. Las empresas también deben solicitar retroalime­ntación de su fuerza laboral, para que los empleados se sientan parte del modelo.

A medida que una empresa introduce el trabajo remoto debe alinearse con los liderazgos y la consistenc­ia de los mensajes a través de canales múltiples de comunicaci­ones (por ejemplo, webcasts, capacitaci­ones, preguntas frecuentes, guías, políticas, etc.). Los empleados deben ser informados de lo que puede ser requerido de ellos cuando regresen a la oficina (por ejemplo, requisitos de seguridad, precaucion­es de viaje, cambios de procesos y oficina, etc). Trabajo en equipo y una fuerte cultura empresaria­l también deben promoverse para entornos remotos y presencial­es. Estos métodos de comunicaci­ón deben medirse para evaluar su eficacia y permitir ajustes cuando sea necesario.

La mayoría de las organizaci­ones están muy centrados en mantener la experienci­a de los empleados mientras gestiona el cumplimien­to y garantiza que el negocio opere de manera ininterrum­pida. El secreto está en lograr un buen equilibrio entre todos estos imperativo­s claves atados a una comunicaci­ón sólida. Por lo tanto, mientras cada una de las funciones podría estar mirando el ‘trabajo desde cualquier lugar’ desde sus perspectiv­as individual­es, traer todas las áreas de enfoque personal es clave. La experienci­a del empleado puede ayudar a impulsar la productivi­dad y el trabajo en equipo, lo que a su vez puede tener un impacto directo en las operacione­s comerciale­s, pero también puede asegurar que los empleados, gerentes, los líderes y la alta gerencia se mantengan conectados con cumplir con los objetivos generales.

La forma en que el mundo funciona ha cambiado para siempre y aunque esto podría ser visto como el experiment­o social más grande de nuestra generación, tenemos que asegurarno­s de que sea sostenible escuchando a todas las secciones de la organizaci­ón. Un exitoso marco de “trabajar desde cualquier lugar” será uno que tenga protocolos detallados de comunicaci­ón y gobernanza construido­s para llevarnos al futuro laboral. No existe un enfoque único para todos ya que la estrategia correcta depende de la estrategia del negocio y los objetivos de talento, y de las industrias y regiones en las que opera, así como de la cultura empresaria­l. Asimismo, se requiere una estrecha colaboraci­ón entre diferentes funciones y regiones para desarrolla­r un enfoque equilibrad­o y compatible que se ajuste a sus necesidade­s y al perfil de riesgo. Y, por último, al implementa­r el trabajo a la distancia la tecnología puede actuar como un facilitado­r para asegurar el cumplimien­to y la eficiencia mientras la comunicaci­ón es clave para apoyar la implementa­ción exitosa de las políticas y el proceso de transforma­ción. En síntesis, “trabajar desde cualquier lugar” es una realidad inmodifica­ble y la flexibilid­ad se convertirá en una parte integral del mundo laboral actual y futuro.

El trabajo en equipo y una fuerte cultura empresaria­l deben promoverse tanto para entornos remotos como para los presencial­es

Las empresas deben comunicar regularmen­te cómo la dinámica de la pandemia cambia las políticas en los lugares de trabajo y los roles de los empleados

 ?? NATHAN DUMLAO ?? DESDE CASA. Un elemento clave en el avance del teletrabaj­o es el interés mostrado por los propios empleados, pero también las empresas descifraro­n sus beneficios
NATHAN DUMLAO DESDE CASA. Un elemento clave en el avance del teletrabaj­o es el interés mostrado por los propios empleados, pero también las empresas descifraro­n sus beneficios
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? VADIM TASHBAEV ?? POST-PANDEMIA. “Trabajar desde cualquier lugar” es una realidad inmodifica­ble
VADIM TASHBAEV POST-PANDEMIA. “Trabajar desde cualquier lugar” es una realidad inmodifica­ble

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina