Perfil (Domingo)

El calvario de la enfermera que mató a su cuñado para defender a toda su familia

- NADIA GALáN

El 23 de octubre de 2019 Carina Medina salió de su casa en Lomas de Zamora con un arma para que Adrián Quiroga, laex pareja de su hermana, “se asustara” y “se fuera”. Al final disparó y lo terminó matando. Esta semana fue absuelta porque el Tribunal entendió que actuó en legítima defensa y en un contexto de violencia de género.

Carina Rosana Medina (42) agarró un arma para asustar a su cuñado y lograr que se fuera. Pero lo terminó matando. Ella se quedó en shock. Su marido llamó a la policía y la mujer, que es enfermera, terminó en prisión. Tres años después de ese día que tuvo un desenlace fatal, la acusada recuperó la libertad. El Tribunal que la juzgó la absolvió esta semana porque entendió que había actuado en legítima defensa de su familia, que vivía inmersa en situacione­s de violencia constante y de amenazas de muerte por parte de Adrián Quiroga.

Ese 23 de octubre de 2019, después de las 19, Quiroga se paró en la puerta de la casa de los Medina y empezó a gritar para que Vanesa, su pareja y madre de sus dos hijas, saliera de la propiedad. No era la primera vez que lo hacía. Este accionar era una constante. Sin ir más lejos, ese mismo día llegó al lugar más temprano con el objetivo de llevarse a su hija menor, de apenas un mes. Se lo habían impedido.

Quiroga, antes de marcharse en esa primera oportunida­d, amenazó de muerte a la hija de Carina de 12 años y a su propia hija adolescent­e. “A las 19 vuelvo y los mato a todos”, les gritó antes de retirarse. El hombre siempre llevaba un arma consigo en la parte de atrás de la cintura o en su auto, recordaría­n los testigos que pasaron por el juicio.

Durante ese día y mientras estaba trabajando como enfermera, Carina recibió el llamado de su hija llorando porque

Quiroga la había amenazado con el arma. Luego, recibió un mensaje de su sobrina que le alertaba sobre lo que habían vivido y lo que había hecho su padre. Le dijo que “no aguantaba más”.

Cuando Carina regresó a su casa en el barrio de Villa Rita, en el partido de Lomas de Zamora, luego de trabajar escuchó a su cuñado gritar en la puerta. Había vuelto. Pedía que saliera Vanesa, la hermana de la enfermera. La mujer fue a buscar el arma registrada que tenía su marido y enfrentó a su cuñado.

Carina contó en el juicio que llegó a su casa, su mamá le cuenta que el día previo Adrián la había amenazado con un arma y en ese momento “escucha que él gritaba ‘¡Vanesa!, ¡Vanesa!, ¡salí!!’, tocando bocina, en ese momento ella busca el arma de su marido, que siempre estaba a mano para amenazarlo, para que se fuera”.

Según recuerda Carina, Quiroga hizo un movimiento como llevando su mano a la espalda y ella intuyó que iba a sacar un arma. La enfermera disparó. Su cuñado cayó herido en la vereda y fue llevado al UPA de Budge, pero murió. Carina se quedó en shock, aún con el ambo puesto.

El juicio. “Mi tía nos defendió de mi papá”, fue categórica S., la joven de 18 años cuando declaró en el juicio que tenía en el banquillo de los acusados a Carina por “homicidio simple”. La chica narró ante los jueces que ella “volvía rápido del colegio para que mi papá no le pegara a mi mamá” y destacó que maltrataba y golpeaba a su madre, Vanesa, aun cuando estaba embarazada de su hermanita.

Cuando le consultaro­n por qué no habían realizado la denuncia, la hija de Quiroga contestó que “tenía miedo de que cumpliera su amenaza” y matara a su madre o a alguien de su familia materna: su tía, su prima o su abuela.

Sus padres se habían conocido en 2003 y desde entonces tuvieron una relación atravesada por la violencia de género. Vanesa le temía y no lo enfrentaba. Era golpeada, amenazada y encerrada. Quiroga hasta la controlaba cuando estaba en prisión cumpliendo condenas por distintas causas de robo o portación de armas. Pero cuando recuperaba la libertad, la violencia no era solo verbal sino que escalaba al maltrato físico.

Pero los días previos al asesinato de Quiroga, se agudizaron esos hechos de violencia contra Vanesa y la familia Medina. Una semana previa al desenlace fatal habían festejado el cumpleaños de 15 de S. y Quiroga no quería que la familia Medina participar­a porque los acusaba de haberse quedado con 100 dólares que eran de su propiedad. Hasta, en una oportunida­d, le había tirado el auto encima a Carina cuando caminaba por la calle porque supuestame­nte no le devolvía ese dinero. Dólares que según ellos no existieron.

La adolescent­e contó en el juicio que, el día del hecho, su padre había llegado a la casa de su abuela materna (donde ellas estaban viviendo en ese momento) y le reclamaba a su madre que dejara llevarse a su hermanita de un mes. “Mi mamá le dijo que no, y él saca un arma y le apunta a la cabeza, y al rato se va enojado en el auto”, recordó la joven.

SI SOS VÍCTIMA O CONOCÉS A ALGUIEN QUE SUFRA VIOLENCIA DE GÉNERO LLAMÁ AL 144 LOS 365 DÍAS DEL AÑO LAS 24 HORAS. GRATUITO.

“La violencia era permanente por parte de esta persona, comenzaba desde la mañana con un llamado de mi hermana pidiendo ayuda; al mediodía con un mensaje de mi sobrina. Para mí un ‘tía’ en silencio significab­a algo, siempre pasaba algo. Vivíamos en un ambiente totalmente alterado con miedo. Durante la tarde era su presencia, sus gritos, sus amenazas y por la noche si estaba mi hermana era peor. Simulacro de fusilamien­to vivieron mi mamá y mi hermana, amenazas de muerte vivió mi hija a sus 12 años”, relató Carina cuando leyó ante los jueces sus últimas palabras y su escrito fue compartido a la prensa. Ella detalló además que “nos encontramo­s viviendo encerradas con candado en las rejas”.

La fiscalía había pedido 13 años de prisión para Carina al argumentar que la víctima de violencia de género era su hermana y no ella. Mientras que la abogada defensora Raquel Hermida Leyenda había solicitado su absolución por tratarse de un accionar que se encuadraba como un caso de legítima defensa de terceros en un contexto de violencia.

El Tribunal Oral Correccion­al 7 de Lomas de Zamora le dio la derecha a la defensa. Los jueces Elisa López Moyano, Santiago Daniel Márquez, y Roberto Alfredo Conti detallaron en la sentencia, a la que accedió PERFIL, que “los reiterados actos violentos de Quiroga, que se repetían desde larga data, victimizab­an a toda la familia materna en la persona de las mujeres que la integran, niñas y adultas” y que no solo se dirigían a Vanesa, su pareja.

Por eso concluyero­n por unanimidad que “la violencia de género integra el contexto en el que se insertó la reacción que se alega realizada por la imputada y esta aduce que actuó en su defensa y la de sus familiares”. Por eso el Tribunal resolvió absolver a la enfermera, que después de tres años recuperó la libertad.

 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ?? CARINA. Estuvo tres años detenida (primero en un penal y luego con prisión domiciliar­ia) por haber matado a su cuñado en Villa Rita.
FOTOS: CEDOC PERFIL CARINA. Estuvo tres años detenida (primero en un penal y luego con prisión domiciliar­ia) por haber matado a su cuñado en Villa Rita.
 ?? ??
 ?? CEDOC PERFIL ?? QUIROGA. Adrián recibió un tiro en el pecho que le produjo la muerte.
CEDOC PERFIL QUIROGA. Adrián recibió un tiro en el pecho que le produjo la muerte.
 ?? ?? Carina leyó una carta en la que detalló el miedo con el que vivían a raíz de las constantes amenazas de su cuñado. Le pidió disculpas a la familia de Quiroga.
Carina leyó una carta en la que detalló el miedo con el que vivían a raíz de las constantes amenazas de su cuñado. Le pidió disculpas a la familia de Quiroga.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina