La belleza como heramienta terapéutica
El 19 de octubre por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud se conmemora cada año el Día internacional de lucha contra el cáncer de mama. A propósito de esta fecha, sabemos lo importante que resulta acompañar a las mujeres de manera integral.
Más allá de las terapias convencionales, resulta importante considerar cómo podemos hacer uso de otros recursos como la cosmética o las pelucas. Postizos, entendidos como elementos corporales que se añaden al cuerpo propio para darle otra apariencia y que sustituyen o reemplazan una ausencia. Añadidos que pueden resultar herramientas valiosas y producir, en algunos casos, un alivio frente a un hecho traumático que afecta la imagen. Sobre todo, en circunstancias de vida en las cuales se cae el sentido y no siempre las terapias convencionales resultan suficientes.
En este sentido, es importante mencionar que la imagen puede verse afectada por diferentes razones. Es pertinente que podamos diferenciar entre lo que llamamos imagen corporal y el esquema corporal (organismo). El esquema corporal especifica al individuo en cuanto representante de la especie. Es decir, el esquema corporal es, en principio, el mismo para todos. La imagen del cuerpo, en cambio, es propia de cada uno, única e irrepetible, es un rasgo singular y está ligada a la constitución psíquica del sujeto y a su historia. Esta imagen es eminentemente inconsciente.
Resulta interesante considerar la belleza como terapéutica. Los postizos como una herramienta valiosa, en algunos casos, para abordar el malestar en el cuerpo y el deterioro de la imagen produci
da a partir de los embates del organismo sobre el cuerpo que afectan la imagen. Y es ese malestar en el cuerpo, que justamente Freudmencionaba como uno de los motivos de sufrimiento humano.
La experiencia de lo bello a través del uso de postizos como arte efímero no es terapéutica en sí misma, sino que requiere de una decisión subjetiva. Es decir, que haya quienes estén dispuestos a tomarla como respuesta, como un recurso simbólico frente a un imponderable, imposible de soportar por sus marcas en el cuerpo, como es una enfermedad. El efecto terapéutico es producto de una acción que produce una reducción del padecer, un alivio, un bienestar o una nueva posición frente a lo que le acontece.
Es decir, que para que la cosmética o la experiencia de la belleza sea terapéutica tiene que constituirse en una operación simbólica para ese ser humano. El ser humano es el único capaz de construir símbolos, formas que dan sentido y significado a una experiencia humana y transforman su comprensión de la realidad.
Concluyendo, la experiencia de lo bello es terapéutica cuando:
Es capaz de hacernos amar la hora que nunca brilla: cuando nos enfermemos algo se oscurece.
Permite encender lo muerto: en el sentido del sufrimiento que acarrea un padecimiento que afecta la imagen.
Alumbra lo que perdura: por pequeño que resulte y por efímero que sea.
Produce un efecto en ese ser humano.
*Posdoctora en Psicología. Profesora de grado y posgrado (USAL). Autora de varios libros, entre ellos, Maquillar lo real. Efectos terapéuticos (Letra viva, 2019).