El peronismo desconfía de la convocatoria del presidente y se prepara para más ajuste
Los gobernadores no creen que se trate de un llamado a avanzar en grandes entendimientos y creen que el equilibrio fiscal que propone el Gobierno es a costa del dinero que pertenece a las provincias y sus ciudadanos. No están de acuerdo con la firma de puntos “a libro cerrado” y anticipan que habrá proyectos de ley alternativos para recuperar fondos y asistir a la ciudadanía, golpeada por el ajuste. La expectativa por la respuesta que dará Kicillof mañana.
El diálogo entre el gobierno nacional y los gobernadores peronistas es casi nulo. Las fotos que pueda llegar a sacarse Guillermo Francos con alguno de ellos no significan más que eso cuando los jefes provinciales intentan conseguir alguna respuesta a sus demandas. Detrás de las imágenes no hay nada, al igual de lo que creen de la convocatoria que les acaba de hacer Javier Milei para el 25 de mayo: detrás del anuncio tampoco hay nada.
Los mandatarios peronistas decidieron no darle mayor trascendencia al llamado que les hizo el jefe de Estado desde un atril especialmente instalado en el Congreso para abrir las sesiones ordinarias. Están lejos de creer que se trata de una verdadera convocatoria para avanzar en importantes acuerdos y que su pelea por los fondos se profundizará.
Javier Milei lanzó la invitación cuando faltaban 85 días para el encuentro propuesto. Un tiempo demasiado largo para adelantar qué pasará con el pacto propuesto. “Ojalá que los gobernadores que no tardaron en celebrar el discurso el lunes ya hayan recuperado los fondos que Milei les quitó”, ironiza un mandatario para detallar que el discurso no cambió en nada el retrato de la Casa Rosada hacia las provincias.
“El segundo punto que propone es el equilibrio fiscal innegociable. Cómo no lo va a proponer si lo quiere hacer a costa de nuestros territorios y sus ciudadanos. En el texto que leí a través de los medios, porque la invitación aún no me llegó, no había nada sobre educación, salud y seguridad por ejemplo. Me parece que faltaron algunos puntos”, concluye este gobernador.
“Sinceramente prefiero no opinar hasta no conocer de qué se trata, son solo títulos”, se limita a contestar ante PERFIL otro jefe provincial. Los puntos planteados a libro cerrado no terminan de convencerlo.
Sergio Ziliotto (La Pampa) usó las redes sociales para explicar que no se trata de un llamado al consenso sino de una “imposición” por parte del Presidente. “Siempre vamos a dialogar. El diálogo es la base de la política. Pero el diálogo se construye a partir del respeto. Y los acuerdos devienen del consenso, no de la imposición. No se construyen consensos pretendiendo poner de rodillas al otro, agrediéndolo y quitándole lo que le pertenece y debe defender. Para este gobernador, nunca será posible un acuerdo si antes no se respeta la Constitución Nacional y, a partir de sus máximos postulados, la división de poderes y el federalismo. Tengo la responsabilidad de gobernar y defender La Pampa. Ningún acuerdo me llevará a resignar ningún derecho de las y los pampeanos”, fue la respuesta del pampeano.
La de Axel Kicillof llegará mañana, cuando le toque inaugurar el período legislativo en la provincia de Buenos Aires. Por ahora y cuando faltan demasiadas semanas para el encuentro del que hasta dudan de que se concrete con los gobernadores más dialoguistas, los peronistas decidieron que no era necesaria una respuesta conjunta.
Lo de Osvaldo Jaldo (Tucumán) es un capítulo aparte. Dio su apoyo a Milei la misma noche del discurso por lo que ya los mandatarios no lo cuentan entre sus filas. Sin embargo, sigue estando en el grupo de Whatsapp de gobernadores peronistas. Ni él se fue ni Kicillof, que es el administrador, lo eliminó. Eso sí, está en silencio.
Desde Unión por la Patria creen que con esta “tregua”, Milei se aseguró frenar a quienes en las próximas semanas estaban dispuestos a avanzar en contra del DNU 70/2023 pero el peronismo insistirá en este camino y en presentar proyectos para recuperar fondos y asistir a una ciudadanía que ya sufre las consecuencias de la crisis económica del gobierno libertario. Cristina Kirchner también adelantó su postura: puso otros puntos en discusión y aseguró que el ámbito del debate debe ser el Congreso. ■