Una ley de reiterancia para la ciudad
El 27 de noviembre del año pasado, una heladería de Villa Pueyrredón sufrió un robo piraña. La Policía de la Ciudad logró capturar a los autores, algunos de los cuales fueron liberados pocos días más tarde por orden de la Justicia. El 18 de diciembre de 2023, es decir, menos de un mes después, una de las integrantes de la banda volvió a ser arrestada por robar un celular en un restaurante. En 2023, había cometido diez hechos delictivos. Quedó libre al día siguiente. Un sinsentido, pero que sucedió en la realidad.
Cerca de la mitad de los hechos delictivos registrados en la Ciudad los cometen delincuentes reincidentes, y de los 4.900 detenidos en el último tiempo, 2.680 obtuvieron su libertad a pocas horas de haber sido arrestados. Las estadísticas evidencian el fracaso del sistema y son tan contundentes como el hartazgo de la gente honrada, que pide que hagamos algo para terminar de una vez con la puerta giratoria.
Por eso, y como adelanté en la apertura de Sesiones Legislativas, presentamos un proyecto en la Legislatura para modificar el Código Procesal Penal de la Ciudad y establecer la reiterancia como causal de prisión preventiva. Si el delincuente tiene más de dos procesos en curso por delitos cuya pena no sea excarcelable, esperará el juicio preso, como corresponde.
Este cambio que queremos implementar en la Ciudad ya funciona en Chubut, Tucumán, Formosa y en Mendoza, donde incluso la reiterancia delictiva se incorporó en 2016 a la Constitución provincial. Donde se aplica, el resultado fue una disminución significativa de los delitos contra la integridad física, incluidos homicidios y robos con uso de armas de fuego.
La lucha contra la inseguridad requiere, además de las herramientas legales adecuadas, una decisión política que dé respuestas y que llegue antes. Así lo estamos haciendo con los operativos de saturación en puntos estratégicos, donde detectamos tráfico y venta de drogas, mercadería o elementos robados, como ocurrió en la feria ilegal de Perette, en la zona de la Terminal Retiro. También con más patrullaje en moto, con una actitud más alerta de la Policía en la calle y con el funcionamiento de la Unidad de Despliegue de Intervenciones Rápidas que actúa para prevenir el delito en zonas comerciales o turísticas.
La Ciudad segura y ordenada que estamos construyendo necesita dejar atrás definitivamente la lógica garantista que libera delincuentes. La libertad que necesitamos garantizar es otra: es la libertad de trabajar honradamente, de invertir y agregar valor, una libertad con la que todos podamos crecer y vivir de manera más plena y segura.