CINE Y ESCRITURA
En 1996 Analía Couceyro ganó el premio Trinidad Guevara como revelación por el espectáculo El corte, de Ricardo Bartís. Desde esa fecha se sucedieron no solo espectáculos teatrales como Constanza muere, Medea o La terquedad, sino que se sumaron sus direcciones. En 2003 Albertina Carri la convocó para su película Los rubios. Afirma: “Mi relación con el cine es muy intensa y me gustaría actuar más, aunque este es un momento difícil también para la cinematografía”. Anticipa: “Hice una miniserie para Star+, pero aún no sé cuándo se estrena. Son seis capítulos y se titula Camaleón, con Pablo Echarri y China Suárez, como protagonistas”. Una vez que baje ¿Qué de magnífico tiene ser yo? Teoría sobre la cama se la podrá ver en Las Moiras, de Tamara Tenenbaum, con dirección de Mariana Chaud, los sábados en el Galpón de Guevara.
Tal vez menos conocida sea Couceyro escritora, ya publicó Dientes de lata y La edad justa junto a Valeria Sestua y en estos momentos está terminando su primera novela. “Hoy hay un discurso de que el arte es algo banal, pero no solo es un espacio de formación, sino que es una necesidad que atraviesa a todas las clases. Las entradas al teatro público –como el San Martín– siguen saliendo muchísimo más baratas que las del ámbito comercial y hay mucha gente que está ávida por ver teatro y cine. Es clasista el discurso de que el arte no es importante o que le está sacando de comer a los comedores populares. Mentira y también es pensar que la gente de los comedores populares solo necesita comer, el arte cambia la vida, porque nos puede salvar de alguna manera”.