El Papa, otra vez con mala salud y cansancio
Por sexta vez desde que asumió, Francisco suspendió ayer su agenda por una “repentina indisposición”. Preocupación en el Vaticano por el ritmo agotador que mantiene Bergoglio.
Por sexta vez desde que asumió en el Vaticano, el papa Francisco debió suspender ayer su agenda por mala salud o cansancio. La Santa Sede informó en un comunicado que “una repentina indisposición” obligó a Jorge Bergoglio a cancelar una visita a enfermos en un hospital de Roma. “El papa Francisco ha tenido que suspender la actividad por problemas de salud”, explicó el vicedirector de la oficina de prensa vaticana, Ciro Benedettini.
La noticia había sido adelantada unos minutos antes por funcionarios eclesiásticos a la muchedumbre que se había concentrado frente al Policlínico Gemelli, para escuchar la homilía que el Papa iba a pronunciar en esa institución católica. El cardenal italiano Angelo Scola tuvo que reemplazar de urgencia a Francisco en el estrado.
Es la segunda vez que el Pontífice suspende su agenda en poco más de dos semanas. El 10 de junio, los médicos le habían indicado 48 horas de reposo luego de que se sintiera “un poco cansado” tras la histórica visita de los presidentes palestino e israelí, Mahmud Abbas y Shimon Peres, al Vaticano. Poco después, el 19 de junio, Bergoglio decidió no acudir caminando sino en auto a una larga procesión en Roma entre las basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor.
Fuentes del Vaticano dijeron ayer a la agencia Ansa que el Papa, de 77 años, estaba “muy cansado”, mientras que otros funcionarios expresaron en privado a la prensa italiana su preocupación por el ritmo frenético papal. Mientras que otros pontífices solían tomar vacaciones de verano y escapar del calor de Roma para disfrutar de climas más frescos en la residencia de Castelgandolfo, Francisco ha decidido quedarse en la capital para continuar con su trabajo.
Los expertos advierten que Bergoglio debería extremar los cuidados de su salud ya que, además de su avanzada edad, padece una deficiencia pulmonar. En su juventud, Bergoglio fue sometido a una operación en la que le extrajeron una porción de uno de sus pulmones. En pacientes con capacidad pulmonar reducida, el riesgo de que un cuadro gripal se transforme en una neumonía es mayor.
A ntes de las últimas dos cancelaciones de su agenda, Francisco ya había suspendido sus actividades otras cuatro veces. La primera fue a mediados de noviembre de 2013, cuando no asistió a reuniones protocolares por un “resfriado”. Algunos días después, a principios de diciembre, acusó “cansancio físico” al posponer una audiencia privada. Luego, a fines de febrero de este año, descartó una visita al Seminario Mayor de Roma por una “indisposición” que le produjo unas décimas de fiebre. Y el 15 de mayo debió guardar reposo por un “leve resfrío” que le impidió asistir a las audiencias programadas para después de la misa cotidiana en la capilla de Santa Marta.