Personajes tan añejos como actuales
Federico García Lorca es el poeta de mayor popularidad de la literatura española del siglo XX, y sus obras son recurrentes en la cartelera porteña. En el último tiempo, Buenos Aires se ha convertido en un despliegue de obras de teatro basadas en clásicos a los que les añaden una cuota de transgresión. Anda jaleo es un tributo a la prosa lorquiana y sus personajes, que son tan añejos como contemporáneos.
El relato se inicia con tres antropólogos que desean rescatar a Lorca de las fosas comunes en las cuales ha sido fusilado y enterrado en el marco de la Guerra Civil Española. Sin embargo, estos personajes son descubiertos, y ya transformados en las criaturas femeninas del mencionado autor, quedan en prisión. Son tres mujeres creadas bajo diferentes matices pero que sin duda corresponden a la misma paleta. Lorca ideó a una Bernarda Alba rígida y fuerte, a una Yerma con temperamento llano y a una Rosita que se traduce en sensibilidad, y ellas son Alain Kortazar, Nacho Gadano y Esteban Prol, respectivamente. Las actuaciones se evidencian meticulosamente compuestas, y la precisión de los personajes no sólo se nutre de la prosa de Lorca sino también del talento de los actores elegidos.
La puesta en escena implica una escenografía ausente y austera, con un telón que contribuye a la atemporalidad y la abstracción. Es así como se hace posible que en un mismo escenario coincidan fragmentos de numerosas obras de Lorca. De este modo, la utilería toma protagonismo y cada elemento habla por sí solo. El vestuario es lenguaje en el cuerpo de los actores y cada vestimenta cuenta una historia. Pepe Uría y Patricia Terán supieron leer con precisión las improntas de Rosita, Yerma y Bernarda. Asimismo, las piezas musicales, en manos de Andrés Rexach, cobran vital importancia y evocan a Lorca en cada fragmento.
Anda jaleo presenta un mundo ficticio cargado de referencias a la actualidad, donde los personajes femeninos reflexionan a lo largo de toda la obra sobre sus roles, sobre su creador, sobre ellas mismas y sobre el futuro. La cuarta pared se rompe y se interpela al espectador agregando la cuota de humor necesaria para sobrellevar la fusión de tantos dramas.
La dramaturgia y la dirección de Anda Jaleo se encuentran a cargo de Susana Toscano, quien supo crear una buena pieza teatral, enfrentando con éxito la difícil tarea de ensamblar los textos y los personajes de Federico García Lorca en una misma puesta.