Viene lento el encierre en los corrales
Las variables de la ganadería la muestran como una actividad en recomposición, que repuntaría en el mediano y largo plazo; sin embargo, son muchos los eslabones de la cadena que no han logrado percibir los beneficios de la mejora coyuntural. Los engordadores, por ejemplo, están en la bisagra más complicada, puesto que los afecta el aumento de los costos internos y especialmente la suba de los granos luego del sinceramiento del tipo de cambio y la quita de retenciones. De hecho, el nivel de ocupación de los corrales sigue bajo, de acuerdo al último informe de la Cámara Argentina de Feedlot que se publicó esta semana. Y eso significa que los terneros están caros. Al inicio del mes de marzo, la ocupación se ubicó en 54%, un punto por encima del valor de los meses de enero y febrero. “A pesar de ello se continúa registrando un nivel de encierre entre dos y tres puntos por debajo de los valores de los primeros meses del año anterior, con lo cual cerramos un año difícil y comenzamos otro que se presenta aún más complejo”, dijeron desde la Cámara. Los corrales muestran que su ocupación, por diversos motivos y más allá del crecimiento estacional, dependerá de señales que brinden un panorama más claro respecto del valor de su producto a futuro. “Múltiples factores que afectan la producción convergen de tal forma que conspiran contra el negocio y presentan un panorama de alerta en la actividad”, indican desde la Cámara de Engordadores .
El engorde a corral, al igual que todas las actividades, no escapa de los incrementos generales en los costos de producción. La quita de retenciones al maíz forma parte de este cóctel que elevó los costos del kilo producido y que, junto con el elevado precio de la invernada, marcan el incremento de los costos directos e indirectos. Para la CAF, además “a esto se le suman los impuestos distorsivos que complican aún más el panorama de la actividad de las empresas formales, ya que el actual sistema impositivo premia al evasor”, cuestionaron.