Bochorno en Austria: anulan las elecciones y crece la ultraderecha
Un mes después de haber elegido presidente, los austríacos deberán volver a las urnas para votar otra vez luego de que el Tribunal Constitucional anulara ayer los resultados de los comicios del 22 de mayo en los que el candidato del ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ), Norbert Hofer (49,7%), había perdido por la mínima contra el aspirante ecologista Alexander Van der Bellen.
En una decisión sin precedentes, los magistrados dieron la razón a una impugnación del euroescéptico y xenófobo Hofer y tacharon los comicios por irregularidades administrativas en el conteo de votos. Esta situación da una nueva oportunidad de llegar a la presidencia a la extrema derecha, que ha celebrado el fallo del Tribunal como un triunfo propio.
Pese a que durante el escrutinio no hubo denuncias por fraude ni por manipulaciones, en la votación se produjo un cúmulo de negligencias durante el recuento de sobres en urna y en el voto por correo que pusieron en cuestión la validez del resultado debido al estrecho margen entre los candidatos, de sólo 30.863 votos.
El canciller socialdemó- crata Christian Kern se apuró ayer a aclarar que la anulación del triunfo de Van der Bellen no es consecuencia de una manipulación del voto, sino de defectos formales. Aun así, el fallo supone un duro golpe para el gobierno austríaco, que no ha sido capaz de garantizar eficacia y efectividad en el conteo final. Fantasmas. El excéntrico Hofer aprovechó la ocasión para denunciar que “es un hecho que hubo espacio pa r a m a n ipu l ac ione s”, mientras que Va n der B e - llen ha pedido “respeto” a la decisión de los jueces. En los próximos días, el gobierno deberá fijar la fecha para un nuevo llamado a las urnas. Observadores y analistas coinciden en que el nuevo escenario europeo, sacudido por el Brexit, podría favorecer el discurso anticomunitario del FPÖ, que a lo largo de toda la campaña ha explotado el temor de muchos austríacos ante la crisis humanitaria de los refugiados y la incertidumbre económica que atraviesa la UE.
Es el mismo discurso que han adoptado los principales líderes de la extrema derecha europea, con la francesa Marine Le Pen (Frente Nacional) a la cabeza. Todos ellos pretenden imitar en sus respectivos países el referéndum británico.
Deberán repetirse los comicios, y la extrema derecha podría llegar a la presidencia