LA BANCA Arrojar una moneda, pedir tres deseos y regresar a la ciudad.... esta tradición deja un millón de euros al año en el fondo de la famosa fuente. Esa suma se dona a Cáritas, pero el municipio la reclama.
El agua de la famosa Fontana di Trevi, normalmente de un resplandeciente azul turquesa, se ha drenado dejando a la vista una cuenca vacía en la que varios trabajadores equipados con escobas juntan las pesadas monedas. Pues aunque Roma es conocida como la “ciudad eterna”, la gran cantidad de cobre que lanzan los turistas no se queda en el fondo de la fuente. Una vez a la semana tiene lugar el espectáculo de la recogida de monedas bajo la mirada de miles de curiosos. Hasta ahora la suma se donaba a entes benéficos, pero no está claro si seguirá siendo así. Euros, dólares, libras o yuanes: la variedad de monedas evidencia lo popular que es la Fontana di Trevi en todo el mundo. La ciudad de Roma “pesca” anualmente más de un millón de euros, según Cáritas, la organización que tradicionalmente obtiene el dinero. El motivo de esta bendición económica es que, según la leyenda, trae buena suerte lanzar una moneda al agua con la mano derecha por encima del hombro izquierdo, lo que además garantiza al visitante que volverá a la ciudad eterna algún día. “Lo hago porque supuestamente trae suerte, pero no sé cuál es el motivo”, dice una turista mientras es fotografiada por su marido durante el lanzamiento de la moneda. Esta alemana ha tenido que abrirse camino a duras penas hasta el borde de la fuente. Junto a ella, japoneses, chinos y estadounidenses también toman impulso para el gran lanzamiento. Desde fines de 2015 la fuente luce de nuevo su blanco radiante, después de una restauración de 17 meses financiada por la firma de moda Fendi, pero las hordas humanas, los puestos turísticos y los vendedores casi no permiten verla. El acuerdo actual con Cáritas rige hasta fines de 2017. A comienzos de año había rumores de que la ciudad planea utilizar el dinero para fines propios. “No más monedas para los pobres. La ciudad de Roma quiere quedarse con el dinero de la Fontana di Trevi”, tituló el periódico La Stampa en febrero. Entonces se dijo que la recaudación podría destinarse, por ejemplo, a la restauración de antiguas obras de arte, algo que, sin embargo, desmintió la administración municipal.