Discriminación multiplicada
LUZ DE LUNA
Título original: Moonlight Dirección: Barry Jenkins Guión: Barry Jenkins sobre el texto teatral de Tarrell McCraney
Intérpretes: Mahershala Ali, Alex R. Hibbert, Duan Sanderson, Naomie Harris, Ashton Sanders y Trevante Rhodes Origen: Estados Unidos (2016) Duración: 111’
Melodrama contado con parsimonia, sin exabruptos y prácticamente como si se tratara de unir recuerdos, es lo que propone el estadounidense Barry Jenkins, en esta historia sobre el autoconocimiento de un niño negro, que es víctima de bullying en la escuela, no tiene padre y es hijo de una madre prostituta y drogadicta.
El film, con varias nominaciones al Oscar, está sobrevaluado tal vez porque, precisa- mente, se le otorgaron todos los protagónicos a actores negros, los que cada uno en su personaje, muestran una muy convincente calidad interpretativa. En especial la que asumen los intérpretes, en el papel de Chiron, en su niñez (Alex R Hibbert), en la adolescencia (Ashton Sanders) y a los 30 (Trevante Rhodes).Chiron es un niño tímido, sin referentes en su casa de un adulto varón, ni tampoco una madre que sea un modelo de valores morales. Ese comportamiento callado del niño hace que se lo defina como un homosexual. Este interrogante, si Chiron es o no gay, intenta acompañar toda la película, aunque nunca encuentra una respuesta, porque el director se inclinó más en desmitificar la supuesta agresividad de los negros y su presunta masculinidad, mediante determinadas actitudes sensibles en un grupo de hombres de color.
El filme describe tres etapas del personaje, en su niñez, su adolescencia y su adultez y no aporta nada nuevo en el mostrar el consumo y venta de drogas en un barrio como Liberty City en Miami. Más tarde una reacción de Chiron adolescente ante su agresor en el aula hace que vaya a parar a la cárcel. Eso tal vez provoca que años después tome como ejemplo para ganarse la vida, la actividad de su padre sustituto y vende drogas en Atlanta. Pero un recuerdo de un acto sexual en la infancia parece perseguirlo de por vida, lo que da lugar a un final abierto y demasiado poco creíble.