Piden una UE de ‘varias velocidades’ tras el Brexit
Los países del este de Europa, los más “jóvenes” miembros de la Unión Europea, están preocupados porque una de las consecuencias del Brexit, la salida de Gran Bretaña del espacio común, sea la construcción de una UE de “diferentes velocidades”.
Esa preocupación fue expresada por diferentes líderes en los dos días de cumbre
El escenario de una futura UE con diferentes grados de integración parece imponerse en la reflexión sobre el futuro del bloque, impulsada especialmente por las cuatro principales economías de la Zona Euro: Alemania, Francia, Italia y España.
“No podemos admitir que un país pueda impedir a los demás avanzar más rápido.”
Esta “Europa de diferentes velocidades” choca, en cambio, con algunos países de la ex órbita soviética preocupados por el riesgo de convertirse en miembros de segunda, como Polonia, que advirtió que esta solución puede conducir a “nuevas crisis” en la UE.
Para la primer ministra polaca, Beata Szydlo, una UE de varias velocidades abriría la puerta a construir “clubes de elites”.
Libro blanco. La semana pasada, la Comisión Europea presentó un libro blanco con cinco opciones para diseñar la futura Unión de veintisiete miembros, ya sin el Reino Unido, que van desde una verdadera unión política y económica a un simple mercado único, e incluyen la idea de las multivelocidades.
Días después, los líderes de Francia, A lemania, España e Italia apoyaron en una minicumbre en Versalles la opción de una Europa a varias velocidades para permitir sobrevivir al bloque comunitario en un momento en que se ve debilitado por el Brexit y la fuerza de los populismos.
El presidente de Francia, François Hollande, reafirmó ayer su apoyo a esta opción, aunque matizó que ello no debe suponer “cerrar la puerta” a ningún socio comunitario.
“No se trata de excluir a nadie” pero “tampoco podemos admitir que un país, el que sea, pueda impedir a los demás avanzar más rápido”, declaró Hollande.
En la misma línea, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, defendió las varias velocidades como orientación “necesaria” para responder a las exigencias de europeos e insistió en que no supondrá “una Europa a la carta”.
Unidad. La cumbre de Bruselas buscaba dar una discusión entre los países de la UE sobre cómo permanecer unidos en una futura Unión sin Londres después de que la primera jornada de cumbre terminara con una Polonia furiosa por la reelección de Donald Tusk, ex primer ministro polaco, como presidente del Consejo Europeo.
“Lo que pasó ayer no debe ser la situación permanente de la UE, que un país boicotee todo nuestro trabajo por una cuestión de política nacional. Es una reacción pueril”, subrayó el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, para quien “Polonia entrará en razón”.