La acusación de espionaje es “ridícula”, según Londres
El gobierno británico informó ayer que recibió garantías de la Casa Blanca de que “no se repetirán” las acusaciones que señalaban que el servicio de inteligencia británico había espiado durante la campaña al ahora presidente Donald Tr ump. Las versiones son “profundamente ridículas” y “hemos recibido garantías de la Casa Blanca de que no se repetirán”, dijo un vocero de la primera ministra británica Theresa May.
El primero que apuntó con el dedo fue el líder republicano, que acusó a su antecesor, Barack Obama, de haber intervenido sus comunicaciones. Luego, la prensa informó que el GCHQ, el servicio de inteligencia británico, había ejecutado ese pedido del jefe de Estado demócrata. El vocero de Trump, Sean Spicer, dio validez a esa información, lo que motivó el repudio del Reino Unido.
“Tenemos una relación estrecha, especial, con la Casa Blanca, que nos permite expresar nuestras inquietudes cuando las tenemos, como era el caso”, aclaró ayer la oficina de la premier May. El embajador británico en Washington, Kim Darroch, y el ex embajador ante la ONU Mark Lyall Grant le habían expresado a la Casa Blanca sus “preocupaciones” por la polémica acusación.
Por su parte, Washington desmintió ayer que Spicer acusara al Reino Unido y dijo que “simplemente mencionó informes públicos, no respaldó ninguna historia específica”. Los comités de inteligencia del Congreso estadounidense concluyeron que la denuncia de Trump no se sustentaba en ninguna evidencia.