“Se acabó la paciencia estratégica con Corea del Norte”, dijo Tillerson
El secretario de Estado norteamericano advirtió que la “opción militar está sobre la mesa” si Pyongyang continúa con su programa nuclear.
Estados Unidos dio ayer por terminada la “paciencia estratégica” con Corea del Norte y le advirtió que no descarta una acción militar si continúa con sus ambiciones nucleares. El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, hizo esa dura declaración tras una visita a la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas, tras constatar el fracaso de veinte años de esfuerzos diplomáticos para detener el programa de armas nucleares de Pyongyang.
“Desde luego que no queremos un conflicto militar”, afirmó el funcionario del gobierno de Donald Trump. Pero luego endureció su retórica, al agregar: “Si los norcoreanos elevan la amenaza de su programa de armas nucleares a un nivel que consideramos requiera una acción, entonces esa opción está sobre la mesa”.
“La política de paciencia estratégica se ha acabado”, aseguró en conferencia de prensa con su homólogo surcoreano Yun Byung-Se. “Estamos estudiando nuevas medidas diplomáticas, de seguridad, económicas”, agregó, sin dar más detalles.
Tambores de guerra. Tras esa declaración, quedó flotando en el aire la posibilidad de un ataque militar preventivo contra el régimen comandado por Kim Jong-un. Ese tipo de acción es ensayada por estas horas por las fuerzas armadas de Corea del Sur y los Estados Unidos, en la maniobra llamada Foal Eagle.
Tillerson también descartó cualquier negociación con Pyongyang a menos que se despoje de su programa nuclear y sus armas de destrucción masiva.
En tanto, el presidente Trump intervino ayer en el asunto con un mensaje en su cuenta de Twitter. “Corea del Norte se porta muy mal. Se ‘burla’ de Estados Unidos desde hace años. ¡China ayuda poco!”, aseveró el mandatario.
“Si Corea del Norte realiza acciones que amenazan a las fuerzas surcoreanas o a nuestras propias fuerzas, a eso se respondería de manera apropiada”, agregó, por su parte, Tillerson, que también mencionó sanciones económicas para persuadir a Corea del Norte.
Halcones. Desde que asumió Donald Trump, Estados Unidos esbozó una estrategia más dura con Pyongyan que la de anteriores administraciones. La frontera que separa las dos Coreas –la denominada zona desmilitarizada– es el último vestigio de la Guerra Fría, en pie desde el armisticio de la guerra de Corea en 1953.