La UE se pone dura con Londres en las negociaciones por el Brexit
La Unión Europea advirtió ayer a Gran Bretaña que cualquier acuerdo comercial entre ambos podrá pactarse sólo cuando el divorcio se haya producido.
Estas primeras dificultades, incluso antes de que comiencen las negociaciones, muestran hasta que punto será complejo el divorcio tras cuarenta años de una relación tormentosa entre Bruselas y Londres.
Antes de comenzar a hablar de relaciones futuras, Europa también resaltó que se necesitan garantías para ciudadanos y empresas, sobre los compromisos del presupuesto, sobre la cuestión espinosa de las futuras fronteras entre Irlanda e Irlanda del Norte, y el respeto de las decisiones de la Corte de Justicia de la UE. Congelamiento. Con las líneas guía presentadas por el presidente del Consejo, Donald Tusk, base para la discusión de la declaración política que los líderes de los 27 países aprobarán en la cumbre extraordinaria del 29 de abril, Euro- pa congela las esperanzas de la primera ministra británica Theresa May, quien aspiraba a poner en marcha tratativas paralelas sobre las relaciones futuras con el bloque.
Este proyecto fija las orientaciones de la negociación, las prioridades políticas de la UE, así como su visión del ritmo de la negociación, que se ha convertido en uno de los primeros temas de tensión dos días después de la activación formal del proceso de separación del Reino Unido.
Desde Londres, sin embargo, ha llegado una reacción diplomática y se habla de "acercamiento constructivo".
Sólo después de "progresos suficientes" para la primera fase –en la cual se deberán acordar los principios para disolver los vínculos entre Gran Bretaña y la Unión, garantizando lo máximo posible claridad y certeza a ciudadanos, empresas y socios sobre los efectos inmediatos de Brexit– "se comenzará a tomar en consideración el marco" de las relaciones futuras. "Espero que sea en el otoño" (boreal), dijo Tusk. Escenarios. Pero si algunos especulan con una flexibilización, una fuente europea recordó que los líderes de los 27 países decidirán cuándo estos avances serán suficientes, y que el término de otoño evocado por Tusk "es puramente indicativo".
El objetivo de la UE es una salida ordenada del bloque, pero un escenario opuesto no puede ser excluido. Los 27 también se preparan para esa hipótesis, negativa para ambas partes, pero que haría un daño aún mayor al Reino Unido.