Un empresario está en la mira por la guerra narco en Rosario
Tras la absolución de los acusados por el crimen del líder de Los Monos, los investigadores apuntan contra Luis Paz, padre de un narco asesinado.
Comenzó como un murmullo que emanó desde los muros que encerraban a los acusados del crimen de Claudio “Pájaro” Cantero y se metió en los despachos de jueces y fiscales. A medida que el juicio en contra de Luis “Pollo” Bassi, Milton Damario, “Macaco” Muñoz y “Popito” Zalazar se hacía cada vez más visible la figura de Luis Paz en la trama narco. Y el atentado al camión del Servicio Penitenciario de Santa Fe, que trasladaba a los presuntos ejecutores del homicidio del líder de Los Monos, terminó por sellar las sospechas. La principal línea de esa investigación apunta al poderoso empresario de 61 años, reconocieron fuentes del caso a PERFIL.
¿El móvil? Según pudieron reconstruir los detectives, las balas tenían el propósito de silenciar el murmullo.
Si bien se investigan otras dos hipótesis vinculadas a la guerra narco –otra vendetta de Los Monos, ya sin poder, y un tercer grupo que está intentando controlar el territo- rio, pero sin la capacidad de fuego que demostraron los sicarios que atacaron el camión–, los pesquisas creen que la intención de Bassi de apuntar a Paz como el hombre que ordenó el homicidio del líder de la organización narco en sus “últimas palabras”, el último acto de defensa de un acusado en un juicio, motivó el ataque.
“No hay dudas de que la intención era matarlos. Tuvieron suerte, las balas los rozaron”, indicaron a este diario. Incluso, apuntan a un cóm- plice en el ataque: el líder de la barra brava de Colón, Juan Abel “Quique” Leiva, condenado a treinta años de prisión por dos homicidios.
Allegados a los referentes del clan Cantero aseguran que los jefes de Los Monos están convencidos de que fue Paz el que ordenó la ejecución del Pájaro, motivado por el crimen de su propio hijo, Martín “Fantasma” Paz. Un informe policial que fue dejado de lado durante la etapa de instrucción apuntaba en la misma dirección.
Fernando Sirio, el abogado del Pollo Bassi, lo reflotó en el juicio. “En el momento en que Luis Paz estableció que la muerte de su hijo había sido por encargo, pagado por los principales integrantes de la familia Cantero, comenzó a orquestar una venganza que en el ambiente se conoce como ‘hijo por hijo’”. No hay pruebas que lo acrediten. Tampoco, según el tribunal que los juzgó, las había para condenar a Bassi, Damario, Muñoz y Zalazar. Todos fueron absueltos.
El ex suegro del capo narco asesinado debía presentarse a declarar como testigo en el juicio el 14 de marzo. Distintas versiones indican que está a la fecha en Chile junto a su hija Mercedes, ex pareja del Pájaro Cantero. Sin embargo, fuentes de Migraciones confirmaron a PERFIL que Luis Paz regresó del país trasandino el 4 de marzo pasado y no volvió a salir. Padre e hija deberán explicar a la Justicia
por qué no se presentaron a declarar.
El empresario transportista, también representante de boxeadores, aparece al mismo tiempo bajo el radar del fuero federal en Rosario y, principalmente, en Santa Fe, donde reside actualmente junto a su familia.
Lo investigan por narcotráfico, mencionan a sus hijas, a su ex esposa y a su actual pareja como testaferros, y señalan a su mano derecha en los negocios y brazo ejecutor como un importante traficante de estupefacientes.
Una de las casas que le atribuyen, ubicada en la zona oeste de Rosario, fue allanada por una causa narco. El resultado fue negativo, pero la investigación continúa. Un informe patrimonial reveló que posee un gran poderío económico que no podría justifi- car: al menos diez propiedades. También detectaron sociedades a nombre de su familia que funcionarían como pantalla. Aunque las causas judiciales estarían en un punto verde, comienzan a acumularse.
El pasado de su hijo, asesinado en un ajuste de cuentas vinculado al dinero producto de la venta de drogas, también pesa en su presente. Paz se conv ir tió en el testigo clave en la controversial causa que investigó el homicidio, a cargo del juez Juan Carlos Vienna, con quien presenció una pelea de box en Las Vegas.
El expediente, con el aporte de Paz, viró hacia la asociación ilícita y develó la estructura de la banda de Los Monos, pero dejó impune el crimen del Fantasma y se inmiscuyó en el terreno de la Justicia Federal.
Los jefes de Los Monos creen que Luis Paz ordenó el crimen del Pájaro Cantero