LAS PELEAS DE VERNACI

Muchos han padecido la furia sarcástica de su voz. “Yo digo las cosas de una forma muy pasional y tengo una voz fuerte. Entonces parece que mi forma siempre fuera la confrontación, y la verdad, muy pocas peleas me interesan”, se jacta Vernaci. “La única pelea importante fue con Garfunkel-Vannucci, que me deben plata y me dijeron que soy antisemita, entre tantas cosas. ¿Ernestina (Pais)? Fue algo chico y en su momento. Ah, Rozín, que es un pelotudo (risas). Me parece que como soy tan poco lobbista... yo no hago lobby, no me interesa, no lo necesito, entonces cuando yo digo que Rozin es un pelotudo, los demás dicen: ‘¿Cómo va a decir de Gerardo Rozin que es un pelotudo?’. Bueno, para mí es un pelotudo. ¿Qué tiene de malo decir que es un pelotudo de alguien que a mí me parece así? ¿Está mal? No es una pelea, no es una pelea, es un parecer. Tengo tanta libertad. Sinceramente me siento una mina muy libre. No estoy atada, no necesito estar atada”. La Negra Vernaci sigue adelante con el juicio contra Matías Garfunkel, ex dueño de Rock & Pop, quien la despidió en medio de un escándalo. “El juicio puede demorar dos o tres años más. Nunca me pagaron (la indemnización) ni los tres meses que me debían. Muchos me decían ‘vas a tener guita como para jubilarte’ o ‘la que le vas a sacar’. Nada de eso pasó. Sí es un odio que uno le tiene cuando sabe que tienen tu plata”, dice Vernaci. “Nunca me quebré por haber perdido mi trabajo, era la primera vez que me echaban. Me dolió no despedirme y me dolió cruzarme con semejantes hijos de puta”. Durante el año y medio que estuvo sin micrófono, Vernaci tuvo otra batalla privada con el problema de su padre, de 80 años. “Tiene demencia senil, así que aproveché que tenía tiempo y me metí en la casa de él para ayudarlo. Eso fue lo que me quebraba, no esto de quedarme sin laburo. Además, para mí la venganza se la lleva el tiempo”.