Por cada $100 de renta del agro 66 van para el Estado
Las estadísticas frías informan que en marzo el Estado participó un 66,2% en la renta agrícola. O lo que es lo mismo, de cada 100 pesos de renta agrícola, 66,2 fueron para el Estado. Los datos corresponden al índice que elabora mensualmente la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina. Y si bien el número sigue siendo alto, la buena noticia es que comienza a estabilizarse en los valores que tenía en 2007, previos a la Resolución 125 que nunca fue. A partir de ese momento, la porción que absorbían municipios, provincias y Nación superó el 70%, llegando al pico máximo de mediados de 2015, en el tramo final del Gobierno anterior, cuando alcanzó el 94% promedio entre soja, maíz, trigo y girasol.
Desagregando el índice en los distintos cultivos, actualmente en el nivel más alto está la soja, donde la participación del Estado es del 71%, principalmente por la permanencia de los derechos de exportación con una alícuota del 30% que se irá reduciendo a razón del 1% mensual desde enero, lo que irá bajando ese valor. Le sigue el trigo con un nivel de 68,7%, principalmente producto de una renta reducida, que genera que la participación relativa del Estado sea alta. Y por último, el maíz y el girasol que se encuentran en valores de lo que sería la participación normal, con 46,4% y 51% respectivamente.
En la ecuación que arroja como resultado el índice FADA intervienen variables como precios, costos, el valor del dólar y variables productivas, además de los impuestos. Respecto de los precios, David Miazzo, economista de FADA indicó: “Se puede concluir que el mercado está funcionando con bastante normalidad y mejor que en los años anteriores; y que la eliminación de los obstáculos para exportar tuvieron un excelente resultado, que se puede ver en la relación disponible/FAS del maíz, y en menor medida del trigo”.
Según un trabajo de FADA para Córdoba en el 2016 se estimó que el costo de intervención generado por los ROE fue de u$s3.393 millones a nivel nacional, y un 30% de ese impacto el correspondiente a la provincia de Córdoba (979,3 millones de dólares). Al mismo tiempo, los costos tuvieron una evolución interesante. En promedio, aumentaron un 10% el último año. Si se desagrega, el transporte aumentó un 16%, ya que estuvo contenido por un aumento del gasoil, producto de un dólar estancado. “Sin embargo, ya se negoció una actualización que va a llevar el incremento anual al 38%. Como no se comenzó a transportar el grueso de la producción, la mayor parte de los fletes se están arreglando a precio viejo”, adelantó Miazzo.