La eficiencia en los tambos se mide en los pequeños detalles
En medio de una gran crisis lechera, los tambos tienen mucho por crecer, especialmente en
El promedio de eficiencia global de los tambos ubicados entre Santa Fe y Córdoba, una de las principales cuencas lecheras de la Argentina, alcanza al 69 por ciento, según se desprende de una encuesta publicada por la EEA INTA San Francisco, en febrero último.
La encuesta realizada sobre un universo de 25 empresas tamberas con diversas características, indicó también que algunos tambos alcanzaron una eficiencia del 94%, mientras que otros no llegan al 49%, consignó el trabajo coordinado por el ing. Alejandro Centeno del INTA San Francisco.
“El problema principal que vemos entre los tamberos es que falta información de calidad, pese a que hay datos para consultar. Están más acostumbrados a estar sentados más horas en el tractor que a trabajar con la cabeza. No consultan los indicadores”, sostuvo Centeno en declaraciones a Super CAMPO.
De las áreas analizadas, el personal y las instalaciones son las que presentan el menor valor de eficiencia: 80 por ciento cada una.
Según el trabajo existen tres grupos de eficiencia bien diferenciados: 1º) con menos del 30% (conocimiento de sus indicadores, producción de alimentos y nutrición animal), 2º) con una eficiencia del 60% (personal, uso de maquinarias, reproducción y sanidad); y 3º con el 70% (instalaciones y organización empresarial).
Para Teodoro Mulder, productor bonaerense y comisario en las juras de Holando Argentino en Palermo, la eficiencia está compuesta por varios factores, además de la cantidad mínima de litros diarios de leche con calidad que debe producir una vaca por día.
“Entre los aspectos más importantes tenemos que destacar la sanidad de las vacas, empezando por la parte de mastitis, y los porcentajes de proteína y grasa sobre los que paga la industria”, recordó Mulder. Además, indicó que en esa zona, parte de la cuenca lechera Abasto, “el promedio de producción de un tambo con unas 200 vacas no tiene que bajar de los 5.000 litros por día”. La eficiencia pasa también por la nutrición y en ese sentido estimó que debe haber “un buen balance entre proteína y fibras”. Si bien e productor no maneja números redondos en materia de eficiencia de tambos, aseguró que en el control lechero de Brandsen que tiene unos 50 tambos en plena producción, “unos 35 se puede ndefinir como eficientes”.
Ricardo Anghilante, maneja un tambo familiar en Suncha- les, Santa Fe y está convencido que la eficiencia empieza por la vaca porque “uno le da comida y la transforma en un producto, la leche que es lo que vendemos, porque antes 1 kilo de materia seca era igual a 1 kilo de leche, hoy la equivalencia es 1,200 kilos de leche”, aseguró.
“El costo de los alimentos que representa entre 30 y 40% del precio que recibimos por la leche, también tiene que ver con la eficiencia”, agregó. Por último, el productor lechero sumó a la genética, aunque reconoció que se relaciona con la eficiencia más a largo plazo.