Por el consumo débil, hay grieta hasta para fijar el Día del Padre
En un enfrentamiento que podría hacer que algunos se pregunten a quién de su familia quieren más, la media sanción de una ley que propone mover la fecha del Día del Padre del tercer domingo de junio, como es ahora, al 24 de agosto generó cruces de acusaciones de “demagogia pura” y “lobby empresarial”. La razón es la proximidad que esta medida generaría entre esa fecha y la del Día del Niño, que es el tercer domingo de agosto, así como las consecuencias negativas del consumo en cada uno de esos días cuando están separados.
El proyecto de ley, aprobado en el Senado y que ahora pasaría a Diputados, fue presentado por Julio Cobos con el apoyo de otros senadores como Anabel Fernández Sagasti, de La Cámpora, y Guillermo Pereyra, del Movimiento Popular Neuquino. Y despertó fuertes críticas en las cámaras de los supermercados y de la industria juguetera.
“Esto mata a uno de los dos feriados, la gente no puede darse el lujo de comprar para los dos, no llegan con el presupuesto”, reclama Matías Furió, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. Según Furió, el cambio de fechas pone en riesgo no sólo una porción importante de los 10 mil trabajos directos e indirectos que crea el sector por las 3.200 jugueterías y comercios que hay a nivel nacional, según datos de la CAIJ, sino también “generando el cierre de fábricas, importadores, distribuidores, comercios mayoristas y minoristas, no sólo asociados a la venta de juguetes sino además de calzado, vestimenta, electrodomésticos, turismo, entre otros”. Defensa. Desde la oficina de Cobos argumentan que el proyecto de ley, que vienen trabajando desde principios del año pasado, se basa en “lógica, pensamiento y orgullo nacional, y la realidad”, haciendo alusión a que ese día en primer lugar festeja a un padre norteamericano, y que la fecha actual se celebra en Argentina tan sólo desde 1958. También argumentan que en Mendoza, a nivel provincial, ya se festeja desde hace veinte años el 24 en conmemoración al nacimiento de la primera hija de José de San Martín, y que el comercio provincial no sufrió el daño irreparable que aducen los comerciantes.
Desde la Asociación de Supermercados Unidos, sin embargo, comparten la preocupación de CAIJ sobre el efecto que la proximidad de las fechas tendría en el consumo. Según la entidad, el foco de consumo que presentan Navidad, Reyes Magos y Día del Niño ahora va a terminar perjudicado. “Una parte muy importante de los juguetes son de fabricación nacional”, añade Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de ASU.