Malestar por los pronunciamientos políticos de curas y de un obispo
Un obispo y un grupo de curas se pronunciaron públicamente sobre el voto en la próxima elección. La llegada de la grieta, que divide a familias y amigos, preocupa a los obispos, que no quieren verse envueltos en la polémica electoral y desean mantener el rol que hoy tienen en las distintas instancias de diálogo social que articulan. En paralelo, la Conferencia Episcopal deberá definir este año nuevos cargos, algunos de los cuales juegan un rol en la relación con importantes actores políticos, como los movimientos sociales y los sindicatos.
El primero en iniciar esta tendencia que preocupa fue el obispo de La Plata, monseñor Aguer, quien no dudó en pedir el voto para la lista oficialista en la provincia de Buenos A ires. Desde su programa de televisión, Claves para un mundo mejor, criticó duro a Cristina Kirchner, al preguntarse: “¿Cómo (la Iglesia) no han dicho nada contra esa señora, que se ha enriquecido de modo impúdico en el ejercicio de funciones públicas?”. Además, defendió a Esteban Bullrich, primer candidato a senador de Cambiemos, por sus declaraciones en las que habló de meter a pibes en la cárcel. “Llamó la atención que le cayeran con el hacha al pobre Bullrich. Fue un furcio y él rápidamente se corrigió”.
Desde la otra vereda, los Curas de Opción por los Pobres compartieron la semana pasada una carta (que aún se encuentra como página de entrada en su sitio web) donde lanzan fuertes dardos contra la administración Cambiemos. Allí, señalan sin vueltas: “Matar de hambre, desamparo o indiferencia al pobre es un pecado. Votar a un gobierno que asfixia a los pobres, creemos que también lo es”. Antes, definen una serie de “acciones reprobables” en los dos años de gestión que incluyen “represión violenta a la protesta social”, “promesas incumplidas”, “mentiras y falsedades permanentes”, “presos políticos” y un “insostenible endeudamiento que hipoteca el futuro”, entre otras.
El jueves, los vicarios generales de la diócesis de Avellaneda-Lanús, monseñores Rubén Oscar López y Jorge Rodrigo Bazán, emitieron un comunicado donde piden a los párrocos de su jurisdicción, entre los que se encuentran los autores de la carta, que “se abstengan de inducir de manera directa o indirecta el voto de los ciudadanos, dejando a ellos el libre ejercicio de su ciudadanía”. El escrito, difundido por la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), fue impulsado por el obispo de Lanús-Avellaneda, monseñor Rubén Frassia. Allí, se sostiene que “no existe, entonces, un voto católico, al que el creyente deba estar obligado bajo pena de cometer un pecado si no sufraga en ese modo”.
Según pudo saber PERFIL, el malestar con los diversos pronunciamientos alcanza a los principales obispos de la Conferencia Episcopal Argentina. La tensión llega en pleno proceso de renovación de las máximas autoridades de la institución.