Los independentistas preparan una vigilia para garantizar el voto
En la recta final hacia el referéndum de mañana, nadie quiere ceder un milímetro en Cataluña. El gobierno español advirtió ayer a la Generalitat y a sus socios secesionistas que tendrán que responder ante la Justicia si celebran la consulta, mientras que grupos de padres y alumnos pro referéndum tomaron los colegios electorales para evitar que la policía los clausure por la madrugada.
Las autoridades tienen orden judicial del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de requisar las urnas y cerrar los colegios de votación. El mayor de los Mossos d’Esquadra –la policía regional de Cataluña–, Josep Lluís Trapero, ordenó ayer a sus subalternos que el domingo a las seis de la mañana desalojen sin violencia los colegios previstos para el referéndum. Ante el temor que la situación se salga de control, sólo autorizó el uso de la fuerza “para hacer el acompañamiento de personas hasta el exterior” o “para permitir abrir un pasillo”. La policía catalana será apoyada por la Policía Nacional y a la Guardia Civil.
Desafiando el riguroso operativo de seguridad y las sentencias de los tribunales, el gobierno catalán anunció que prevé disponer de 2.315 colegios electorales y de 7.235 voluntarios para que 5,3 millones de personas puedan votar el domingo. Para cumplir con el anhelo independentista, padres, alumnos y vecinos orga- nizaron actividades y jornadas lúdicas en los centros educativos, donde planeaban organizar “pijamadas” y dormir la noche del sábado, con el objetivo de evitar que las autoridades cierren sus puertas.
El vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, aseguró que habrá “alternativas” en los casos en los que las fuerzas de seguridad impidan votar. “Los ciudadanos de Cataluña podrán votar y estamos convencidos de que los resultados tendrán toda la validez que les corresponde”, afirmó.
Por su parte, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, también se mostró optimista y adelantó que su gobierno “tiene muchas más urnas” de las que necesita. En una entrevista con el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung ( FAZ ), el líder independentista dijo que está dispuesto a hablar con Madrid en cuanto se celebre el referéndum, aunque con condiciones. “Queremos una mejor cooperación con España, pero desde el respeto mutuo y entre iguales”, aseveró.
Por su parte, el vocero del gobierno español, Iñigo Méndez de Vigo, responsabilizó al Ejecutivo catalán y a sus socios de la formación independentista CUP de “deslealtad institucional” y “desobediencia constitucional” y aseguró que tendrán que responder por ello ante los tribunales. “Las leyes obligan a todos, porque nadie está por encima de la ley”, aseveró el funcionario.
Padres y alumnos pasarán la noche en los colegios electorales para que no los cierren