La UE cree que sólo un “milagro” destrabará los diálogos post Brexit
La Unión Europea advirtió ayer que sólo un “milagro” podría lograr “progresos suficientes” en las negociaciones por el Brexit en octubre y desbloquear así la próxima fase de discusión sobre las futuras relaciones del bloque con el Reino Unido.
“Para finales de octubre no tendremos progresos suficientesa menos que sucedan milagros”, indicó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a su llegada a una cumbre informal de mandatarios en la capital de Estonia consagrada al sector digital.
Determinar un importante avance en la negociación es crucial para el objetivo de Reino Unido de empezar a discutir cuanto antes las futuras relaciones con el bloque europeo, que podrían incluir un tratado de libre comercio, e incluso un eventual período de transición de dos años tras la retirada efectiva de los británicos.
Los europeos se niegan a pasar a esta segunda fase mientras no haya “progresos suficientes” en las actuales prioridades de negociación: garantizar los derechos de los ciudadanos directamente afectados por la salida británica de la UE, el monto a pagar por Londres por su retirada y la cuestión irlandesa.
La primera ministra británica, Theresa May, más optimista, apuntó en cambio a los “buenos progresos” en la cuestión de los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido, tras la retirada prevista para finales de marzo de 2019.
Los europeos se habían dado como fecha la cumbre europea del 19 y 20 de octubre en Bruselas para cer tificar la existencia de progresos suficientes en las negociaciones de divorcio iniciadas a mediados de junio, un objetivo que parece cada vez más lejano.
La próxima ronda de negociación tendrá lugar la semana del 9 de octubre, pero el negociador europeo Michel Barnier ya advirtió que todavía quedan “varias semanas o varios meses” antes de llegar al objetivo. El monto a pagar por Londres por los compromisos financieros adquiridos como socio se mantiene como uno de los principales escollos.
El porvenir de un proyecto europeo de seis décadas de antigüedad fue ayer el centro de la discusión en la víspera de una cena informal entre líderes, quienes escucharon especialmente las propuestas del presidente francés, Emmanuel Macron, para relanzar la UE. Al igual que la alemana Angela Merkel, Macron defiende la integración europea.
El principal escollo es la multa que tendrá que pagar Londres por el “divorcio”