Perfil (Sabado)

La primera muerte de Hugh Hefner

- EDGARDO MARTOLIO*

Haresh Shah nació en Bombay, India. Tuvo suer te, nació en una familia que le permitió, como a casi todos los de su casta, estudiar en Inglaterra. El, particular­mente, fue al London College of Printing. Hizo dos facultades y se transformó en un especialis­ta en calidad de impresión. Su suerte no acabó allí. Pues su sueño era trabajar en los Estados Unidos. ¡En Playboy! Y en la habitación que compartió en el London College, coincidió con Shashi Patravalli, un coterráneo que venía de pasar un año en la Graphic Arts Technical Foundation de Pittsburgh, que le había conseguido una pasantía en la sede de producción gráfica de Time Inc., entonces en Chicago, la ciudad natal de Hugh Marston Hefner, donde generó contactos que le permitiero­n estirar su entrenamie­nto americano en Playboy Enterprise­s.

La historia es bastante larga como para relatarla toda, pero lo cierto es que cuando yo le hice a Haresh Shah la misma pregunta que un millón de personas le habían formulado antes (“¿cómo entró a trabajar en Playboy?; el sueño de cualquier hombre medio siglo atrás), su relato se concentró en el amigo universita­rio Shashi Patravalli. Aquellas coincidenc­ias, llamadas suerte, continuaro­n. Algunos años después, tras haber sido control de calidad gráfica de Sport Illustrate­d (del grupo Time) y haber hecho mil intentos fallidos para ingresar a Playboy, incluyendo la incumplida promesa de que tendría su lugar cuando lanzaran en los EE.UU. la versión francesa de Loui, que ellos llamaron Oui (erotismo más soft en palabras actuales), para competir consigo mismos y cerrarles la puerta a los franceses en caso de que quisiesen desembarca­r en tierras del Tío Sam, Haresh Shah volvió a cruzarse con Shashi Patravalli en una Expo Print. Y Patravalli había vuelto a trabajar en Playboy… Amigos son los amigos.

Una vez dentro de la mayor empresa que el mundo erótico ya conoció, Haresh Shah, típico indiano en su apariencia –simpatiquí­simo por naturaleza– se tornó un querido de todos. Incluso del mítico Hugh Hefner. Tanto que el creador de ese imperio, en pocos años, lo transformó en el supervisor de todas las ediciones internacio­nales de Playboy: cuando comenzaron los 90, años en que me tocó dirigir la edición argentina, eran poco más de veinte publicacio­nes en los cinco continente­s. Y cada dos años, en algún lugar del mundo, Hefner tenía su único contacto con todos los editores. Hacía una gran reunión en un hotel paradisíac­o que cerraba para “su gente”. ¡Nosotros! Uauu…

Haresh Shah organizaba todo. Hefner llevaba media

Editorial Perfil fue quien lanzó Playboy por primera vez en Argentina

 ??  ??
 ??  ?? HEFNER. Cada dos años, se reunía con todos sus editores.
HEFNER. Cada dos años, se reunía con todos sus editores.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina