Resaltar de la mano de Paloma Herrera
En La bella durmiente, en el Teatro Colón, son una llamativa pareja: él, primer bailarín, experimentado; ella, joven promesa, ya premiada. Elogian los cambios introducidos por la nueva directora del Ballet.
La aparición de Paloma Her rera a l frente del Ballet Estable del Teatro Colón se ha reflejado en la duplicación de la cantidad de funciones previstas para el 2017; en su seguimiento cotidiano de los ensayos de los bailarines, y en la rotación de intérpretes. Así, hoy se verá, en el protagónico de La bella durmiente, a Camila Bocca, joven recientemente ingresada a la compañía. Su partenaire será Federico Fernández, y en las funciones del 3 y 4 de octubre, Maximiliano Iglesias. Son parte del elenco local, junto a Nadia Muzyka y Juan Pablo Ledo, antes de la actuación de la estrella del Royal Ballet de Londres Marianela Núñez, el 5 y 6 de este mes, en dupla también con Fernández. La diversidad de elencos y propuestas se completa este domingo: a las 11 de la mañana, una versión para público infantil trae la figura de un narrador que sintetiza el argumento. En esa ocasión, Georgina Giovannoni y el mismo Maximiliano Iglesias harán los roles principales.
Camila Bocca –quien no tiene ningún parentesco con Julio Bocca, sino sólo el azar de tener ambos el mismo apellido y la vocación por la danza– apenas cumplió 19 años, y muchos sueños: “Soy de Santa Fe, comencé a bailar a los cinco años, hasta que empecé con los concursos, fui a Brasil, recibí una beca para Barcelona. Volví a a Santa Fe; se llamó a concurso para el Ballet del Teatro Colón; dije: “Bueno, me presento”. Y tuve la suerte de entrar. Desde agosto del año pasado, estoy en el Ballet Estable. Estando en Santa Fe, veía al Teatro Colón como lo máximo, porque allá en Santa Fe no hay mucha danza clásica. Cada vez que iba el Colón a Santa Fe, era una locura. Ahora, estar acá es una experiencia hermosa además de implicar mucho es- fuerzo. Antes de entrar al Colón, pensaba en ir al exterior, pero hoy no: me encantaría poder quedarme y hacer mi carrera acá, en la Argentina, en el Teatro Colón”. Así pues, se vino a vivir a Buenos Aires: “Me vine sola, sin conocer a nadie. Toda la familia (padres, hermanos, abuelos, tíos, amigas) están en Santa Fe”.
Pero vale la pena: incluso como miembro del cuerpo de baile, Paloma Herrera le ha dado la oportunidad de hacer el rol principal de la princesa Auro- ra, en este exigido ballet en versión del coreógrafo argentino Mario Galizzi: “Es una oportunidad enorme, gracias a Paloma, que confió en mí. Es un papel difícil, cuya mayor complejidad es interpretativa; sobre todo, cuando el personaje se pincha [y cae dormido]”. La resolución de este desafío se verá estos días, sobre el escenario, donde Bocca, Camila, demostrará que no está allí por su apellido; en todo caso, sí, por un voto positivo de Bocca, Julio: “Lo conocí, porque él formaba el jurado [junto a Ricardo Bustamante y Maximiliano Guerra, entre otros miembros] en el concurso para ingresar al Ballet. Pero nunca tuvimos relación, nunca hablamos; siempre lo vi de jurado, nunca llegamos a charlar, [aunque] le estoy agradecida a él y al resto del jurado porque había muchísimos aspirantes, y no me lo esperaba…”.