Tras un nuevo allanamiento al sanatorio, no encontraron fotos ni videos del estudio
El juez que investiga la muerte de Débora Pérez Volpin, Gabriel Omar Ghirlanda, ordenó ayer un nuevo allanamiento en el Sanatorio de la Trinidad de Palermo en busca del video y las fotos de la endoscopía realizada a la periodista. Pero, llamativamente, no pudieron encontrarlos. Más tarde, la clínica negó que el procedimiento hubiera sido filmado, aunque el registro en fotografía de estos estudios y su grabación en CDs para entregarlos a los pacientes es algo habitual en la práctica médica. De hecho, fuentes judiciales habían remarcado la importancia que la grabación de la endoscopía a Pérez Volpin podría tener para la investigación que busca determinar por qué se produjo el desenlace fatal.
Durante el allanamiento se secuestró el endoscopio con el que se realizó el estudio completo con el procesador, el CPU y dos sondas, pero sin el monitor, según informó el Departamento de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad. Además, se retiró información digital e impresa del resonador magnético y tomografía, información del equipo anestésico e información general de estudios realizados a la paciente, como análisis de sangre y electrocardiograma. Todo eso fue secuestrado y trasladado a la dependencia policial. Estos estudios se suman a la historia clínica, el libro de enfermería y la hoja de guardia, que habían sido secuestrados en un allanamiento anterior, realizado el miércoles.
La familia de Pérez Volpin quiere saber si existen pruebas sobre cómo se realizó el procedimiento durante el cual murió la periodista. “La clínica niega que el procedimiento esté filmado”, dijo un vocero de la investigación. “No es obligatorio grabar los estudios, pero es buena práctica sacar un par de fotos y entregárselas al paciente”, sostuvo ante la consulta de PERFIL Lorenzo Padín, vicepresidente de la Sociedad de Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (Endiba).
La periodista y legisladora porteña entró el lunes al centro médico con un dolor abdominal, los médicos dispusieron la realización de una endoscopía y, al momento de practicarla, Pérez Volpin se descompensó, tuvo una arritmia y un paro cardiorrespiratorio, que provocó su muerte.
Su familia realizó una denuncia ante la Justicia y la causa quedó caratulada como “homicidio culposo”.