Cobardía y desasosiego del argentino típico de clase media
RECREO Dirección y guión: Hernán Guerschuny y Jazmín Stuart Intérpretes: Carla Peterson, Juan Minujín, Fernán Mirás, Jazmín Stuart, Pilar Gamboa y Martín Slipak Origen: Argentina (2018) Duración: 95’
Jazmín Stuart y Hernán Guerschuny saben lo que hacen. O mejor dicho, confían en la energía, en la expansión emocional de lo que hacen en Recreo, su paseo descalzos sobre diferentes tensiones de tener treinta-cuarenta y pico, hijos y media vida bajo la (abultada) alfombra. La película comienza intencionalmente como caricatura: nos hace creer que vamos a ver una fórmula, un tic, una galería. Pero en sus sensibilidades, poderosas como su asombro y hasta su enojo con lo cotidiano, con lo supuestamente invencible pero también insoportable, crean una película que se siente viva, que sabe in- comodar, que sabe mirar donde pocas películas lo hacen (determinada torpeza masculina que va más allá del macho a la Judd Apatow o espacios femeninos casi nuevos, o no descubiertos, para el cine local).
Recreo no es perfecta, pero lo más interesante es que no desea serlo. Se nota, o se siente, que la película se mueve sola, que aunque hay instantes donde el g uión pr ima, ta mbién ha sabido leer el fuego cruzado de charlas que sí pueden acusarse de clase-mediaalta-en-problemas, pero que los directores exploran con más corazón que odio, y cuando odian entienden que deben cuidar a sus personajes, aunque no les gusten sus vidas. Entre confesiones, violencia cotidiana, distancias que no ceden (o cercanías que no se olvidan) y una sensación abrumada respecto de vivir una vida estandarizada pero también real, Guerschuny y Stuart hacen malabares con fuego y terminan plenos de una forma sensata de contar, una que no pretende entender sino recorrer. Aunque eso a veces es todavía más peligroso que cualquier otra elección como directores.