Sin consenso, el jueves pedirán el juicio político contra Rafecas
El radical Rozas ya tiene el escrito listo para presentarlo en comisión. Pero incluso en Cambiemos no habría unanimidad.
El nombre del juez Daniel Rafecas volvió a ser noticia ayer luego de que trascendiera que en la próxima reunión de la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura, el jueves 22, el senador radical Angel Rozas presentará el dictamen acusatorio en su contra, pedirá su suspensión y envío a juicio político, en el marco de la denuncia que presentó en marzo de 2015 la legisladora Elisa Carrió, por la desestimación de la denuncia de Alberto Nisman contra CFK, por el pacto de entendimiento con Irán.
La decisión del senador chaqueño, adelantada por el portal Nuestras voces, sorprendió en el organismo de la calle Libertad, donde todo parecía inclinarse hacia conseguir los votos para sancionar administrativamente al magistrado, pero no para tratar su posible envío a jury. De hecho, según pudo reconstruir PERFIL, la decisión del senador radical no contaría, en principio, con el aval de varios de sus propios compañeros del bloque oficialista del Consejo.
En ese sentido, más allá de la negativa de dos de sus ocho miembros, como son Luis Cabral y Leónidas Moldes, ambos consejeros en representación de los magistrados, que ya habían mostrado reservas a la citación de Rafecas en noviembre pasado, se sumarían otras oposiciones de representantes de Cambiemos en el Consejo.
De acuerdo a la reconstrucción que hizo este diario, el proyecto de acusación, que rondaría las casi cien páginas, hace un recorrido desde la presentación de Carrió, como de las que se anexaron después. Y va desde los hechos ocurridos en vísperas de la decisión de Rafecas de desestimar la presentación que el fiscal hizo contra CFK cuatro días antes de aparecer muerto de un bala- zo, hasta los movimientos que decidió el magistrado en torno de la causa en 2016, cuando se presentó la DAIA y solicitó la reapertura, por una serie de nuevos hechos.
En tanto, también la instrucción tomó en cuenta las declaraciones que dio Soledad Castro, secretaria de máxima confianza de Nisman, y los detalles que inicialmente arrojó la auditoría de causas de corrupción sobre los tiempos que habría manejado en general el juzgado de Rafecas, los que contraponen con la celeridad que mostró para resolver en este caso.
El nombre de Rafecas apareció desde el comienzo de la gestión Cambiemos como uno de los que el oficialismo no quería en tribunales, detrás del de Eduardo Freiler, el camarista destituido en noviembre pasado. Fue precisamente el día que se conoció la destitución de Freiler, que en el organismo se anunciaba informalmente que la semana siguiente irían por Rafecas.
Sin embargo, en el Consejo siempre se distinguió la situación de uno y otro y se advirtió desde el primer momento el riesgo que suponía avanzar contra un magistrado por el contenido de su sentencia.