Rusia responde que es “imperdonable” que apunten a Putin
El presidente Vladimir Putin cerró ayer su campaña, en plena escalada del conflicto diplomático con el Reino Unido, que lo acusa de haber envenenado al ex espía ruso Sergei Skripal y a su hija Yulia en territorio británico. Mientras el jefe de Estado arengaba a sus seguidores a votarlo mañana, funcionarios de su gobierno reaccionaban con ira y calificaban como “imperdonables” las acusaciones de Londres.
“Cualquier mención o referencia a nuestro presidente es escandalosa e imperdona- ble en términos de etiqueta diplomática”, reaccionó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. “Tarde o temprano Gran Bretaña tendrá que dar pruebas concluyentes. De momento no las hemos visto”, agregó, al tiempo que informó que la última palabra sobre la dureza de la respuesta la tiene Putin.
Moscú anunció que abrirá una investigación por el “intento de asesinato” de la hija de Skripal, que acompañaba a su padre cuando ocurrió el incidente. El Comité de Investigaciones Ruso, que no mencionó la muerte del ex espía, llevará adelante la pesquisa. Además, adelantó que responderá “de un momento a otro” a la expulsión de sus 23 diplomáticos.
Alexander Konkov, director del think-tank Repensando Rusia, declaró a PERFIL que las acusaciones británicas solo tienen el propósito de confrontar y deteriorar la relación bilateral. “Ninguna evidencia fue presentada y no se pidió la cooperación de Rusia en la investigación. Putin, que está compitiendo en la campaña electoral a la presidencia, no quiere participar de ninguna provocación contra Rusia. Por eso, su única declaración fue que los británicos deberían primero llegar al fondo de esta cuestión y recién después hablar”, consideró Konkov. Ofensiva. El canciller británi- co, Boris Johnson, aumentó la presión al afirmar ayer que es sumamente probable que Putin haya ordenado “el uso de un agente neurotóxico en las calles del Reino Unido, en las calles de Europa, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió que Rusia “coopere” y aseguró que la A lianza Atlántica no quiere “una nueva Guerra Fría”. Sin embargo, la tensión escaló ayer tras el anuncio de Estados Unidos de imponer sanciones a Rusia por su presunta injerencia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y por varios ciberataques. Rusia respondió asegurando que también tomará “represalias” contra Washington, aunque no especificó en qué consistirán.