Feroz bombardeo a bastión rebelde sirio
Al menos setenta y seis civiles murieron ayer en bombardeos contra las zonas rebeldes asediadas de Ghouta Oriental, de donde los habitantes huyen ante la devastadora ofensiva del régimen sirio y de su aliado ruso para reconquistar esta región cercana a Damasco.
Las fuerzas del régimen recuperaron más del 70% de este último enclave rebelde, objeto de una ofensiva desde el 18 de febrero. Más de 1.346 civiles, incluidos 270 niños, han muerto y miles resultaron heridos en casi un mes de bombardeos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Dramático. Pese a las condenas y llamados a un cese del fuego de la ONU y Occidente, Al-Assad, reforzado militarmente por Moscú, continúa su operación en un país arrasado tras siete años de guerra y más de 350 mil muertos.
Ayer, en Ghouta, al menos 76 habitantes murieron en los bombardeos que golpearon las localidades de Saqba y Kfar Batna, según el último balance de la OSDH, que atribuyó estos ataques a la aviación rusa.
El Ministerio de Defensa ruso desmintió categóricamente estas alegaciones y aseguró que su aviación de guerra no tuvo “ninguna misión militar” en Ghouta Oriental. Exodo. Ante el avance de las tropas sirias en las localidades del sur del enclave, cientos de civiles continuaron huyendo sin otra opción que trasladarse a sectores bajo control del régimen, pese al temor a represalias.
El jueves, al menos 20 mil habitantes salieron de Ghouta, según el OSDH. El embajador sirio ante la ONU habló de 40 mil huidos.
El ejército sirio pidió ayer a los habitantes de Ghouta Oriental que huyan de la zona a través de los “corredores protegidos” mientras sigue la ofensiva.
Para retomar el bastión rebelde desde donde se han lanzado obuses hacia Damasco, el régimen dividió la región para aislarla y evitar que le lleguen refuerzos.
Gracias al apoyo militar de Rusia, Al-Assad ha logrado recuperar más de la mitad del territorio sirio, y aspira a reconquistarlo por completo.