“El Juicio a las Juntas permitió la continuidad constitucional”
Los ex camaristas del Juicio a las Juntas, Ricardo Gil Lavedra, León Arslanian, Jorge Valerga Aráoz y Guillermo Ledesma, participaron ayer de un acto que se realizó en el Consejo de la Magistratura, en vísperas del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Con la presencia de varios de sus familiares, se rindió también homenaje a los fallecidos Julio Strassera y Andrés D’ Alessio, otros dos actores claves de ese proceso que, en diciembre de 1985, condenó a los dictadores que ejercieron el poder entre 1976 y 1983.
“El juicio permitió una base de la democracia y de la continuidad constitucional de la Argentina”, dijo Jorge Valerga Aráoz. El ex magistrado sostuvo que “gran parte del éxito y la trascendencia del juicio se debió a las víctimas, que con toda su valentía se presentaron primero ante la Conadep, luego ante la fiscalía de Strassera y después en el juicio”.
Valerga Aráoz agregó que fueron las víctimas quienes “dieron la veracidad y verosimilitud que permitió recons- truir duramente la más sangrienta dictadura.” Y concluyó: “A partir de diciembre de 1985 (cuando se conocieron las condenas) no se discutió más qué había pasado”.
En diálogo con PERFIL, Gil Lavedra sostuvo que cuando fueron designados, no sabían que iban a hacer el Juicio a las Juntas. “Las circunstancias hicieron que después tuviéramos que abocarnos a lo que fue el juicio”. Entre sus recuerdos de aquel período “está la intensidad. Incluso cuando recordé las miles de horas de discusión en la Sala de Acuerdo porque ahí diseñamos qué formato tenía que tener el juicio”, detalló.
Sobre el debate, recordó que “tuvo ciertos aciertos jurídicos, como tratar de establecerlo a través de casos paradigmáticos”. Y explicó que, “de lo contrario, hubiera sido imposible juzgar todos los hechos”.
“Teníamos dificultades hasta para citar a un sargento”, detalló entre la larga lista de vicisitudes que tenían a diario. “Era un momento muy difícil en la Argentina porque todavía no había desaparecido el poder militar. Eran los primeros años de la democracia y los militares todavía tenían un muy importante apoyo en sectores empresariales, de los medios. Si uno recorre los diarios de la época, en ellos miraban con total escepticismo la posibilidad de que se hiciera un juicio”, recordó.
Gil Lavedra también relató la “inquietud” que tenían todos los miembros que participaron del debate porque no sabían cómo iban a seguir las cosas en el país, pero que tenían muy claro que el juicio “teníamos que hacerlo”.
“A partir de diciembre de 1985, no se discutió más qué había pasado” en la dictadura