Apuestan al recambio generacional para forjar una CGT alineada con la Rosada
a la Argentina del futuro” porque aceptan cambios en los convenios colecti
¿Hay un sindicalismo de Cambiemos? ¿Una CGT PRO? Aunque no haya una respuesta inequívoca, la pelea con el clan Moyano abrió una grieta incontenible entre aquellos gremios que decidieron continuar la línea que emanaba de la Casa Rosada y los que se distanciaron definitivamente.
En ese marco, el presidente Mauricio Macri dio la primera señal esta semana, cuando recibió en Casa Rosada a un grupo de sindicalistas que había viajado a Europa junto al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, a observar el funcionamiento de los consejos económicos y sociales. En rigor, un gesto ante la pelea con Camioneros y un sector del gremialismo vinculado al kirchnerismo.
A diferencia de otras oportunidades, los elegidos no fueron los viejos caciques sindicales, muchos en franca retirada, como Armando Cavalieri, de Comercio (ver recuadro). En ese marco, el Gobierno está impulsando un fuerte recambio en los liderazgos, por ello Triaca se llevó a los segundos y terceros de los sindicatos: piensa que serán los secretarios generales de sus organizaciones en los próximos tiempos.
La lista incluye a los estatales de UPCN, pasando por los taxistas, la construcción, comercio y hasta el sindicato de modelos. En la mayoría de casos, salvo el del eterno Alberto “Beto” Fantini (del sindicato de la Carne y sus derivados), muy ligado al polémico ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en la década kirchnerista, en el Gobierno los ven como conductores a futuro. Por caso, el reciente- mente asumido Ramón Ayala (Peones Rurales), quien asumió la conducción de la Uatre reemplazando al fallecido Momo Venegas. También el taxista José Ibarra.
Entre las nuevas caras, figura Karina Trivisonno, de UPCN (Unión Personal Civil de la Nación), quien suena para desplazar al “Centauro” Andrés Rodríguez (con pasado macrista en 2003). Otro caso es el de Julio Monastra, de Obras Sanitarias, quien está apuntado para suceder a José Luis Lingeri, uno de los defensores del “modelo M”.
También viajó –y luego estuvo con el Presidente– José González, quien tomará el control del estratégico sindicato de Comercio, que durante 32 años manejó Cavalieri. Fue González, y no Cavalieri, quien viajó a Europa con Triaca. Otro caso es el de Víctor Brandán, de la Uocra. Su jefe, Gerardo Martínez, hoy es un aliado clave para el Gobierno, pero su avanzada edad (maneja el gremio desde hace 28 años) lo podría dejar al margen.
Otros que estuvieron con el Presidente (y venían de Europa con el ministro de Trabajo) fueron Fabián Hermoso, del sindicato de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímica; Luis Hlebowicz, de la Federación Trabajadores Pasteleros y Pizzeros; Luis Pandolfi (Tintoreros y Lavaderos); Pablo Quiroga (Aguas y Gaseosas), y Noemí Menéndez, del sindicato de Modelos.
A Triaca le gusta decir, en privado, que Macri prefiere a aquellos que miran “la Argentina del futuro”. Esto supone, por ejemplo, aceptar cambios en los convenios colectivos de trabajo (muchos datan de la década del 70), al estilo Vaca Muerta con los petroleros. Un caso paradigmático: el convenio del sindicato de TV que hablaba de puestos que hoy no existen.
Aunque a Triaca no le gusta nada que hablen de un sindicalismo “PRO”, está en marcha una reconversión que, a los ojos del oficialismo, será la llave del nuevo gremialismo moderno.
La lista incluye desde los estatales de UPCN hasta el sindicato de modelos