Maduro se muestra optimista con la reforma monetaria, pese a las críticas
“Son cuentos chinos”, dice Luisa Fermín a los periodistas. La calle y los mercados venezolanos recibieron con protestas los anuncios del jueves del presidente Nicolás Maduro sobre una reforma monetaria que reduciría en tres ceros al bolívar. Una de las medidas de la conducción económica de Venezuela para intentar mitigar la hiperinflación en el país.
Reconversión. “He decidido reducir tres ceros de la moneda y sacar de circulación el actual cono monetario y poner en circulación” uno nuevo, “el 4 de junio”, dijo Maduro ante su gabinete económico.
El actual billete de mayor valor, de 100.000 bolívares, pasará a ser de 100. Apenas alcanza para pagar un café en la calle, pues su poder de compra fue pulverizada por la hiperinflación, que según el FMI alcanzará 13.000% este año.
Es la segunda “reconversión monetaria” en una década, luego de que en 2008 Hugo Chávez eliminara tres ceros a la moneda para dar paso al “bolívar fuerte”, también evaporado por la inflación.
Las críticas fueron inmediatas: para el economista Asdrúval Oliveros, “quitarle tres ceros a la moneda sin resolver el problema hiperinflacionario no va a servir de nada”.
Jesús Casique, de la consultora Capital Market Finance, vaticinó que “continuarán los desequilibrios” mientras el Banco Central cubra un déficit fiscal del 20% del PIB.
La reforma sucede en el contexto de la campaña electoral, en medio de la cual el presidente hizo diversos anuncios económicos: esta reforma se agrega al lanzamiento del petro, una criptomoneda respaldada por el petróleo local.
Habló de fútbol con Vladimir Putin.
En lo que puede considerarse una demostración de optimismo o un gesto simbólico acerca de sus alianzas, el gobierno de Venezuela emitió un comunicado en el que se informa que “los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Rusia, Vladimir Putin, conversaron este viernes telefónicamente sobre las elecciones en sus países y el Mundial de Fútbol, con el interés de fortalecer las relaciones bilaterales”, según un comunicado del gobierno de Caracas.
Maduro tiene un aliado en Putin, que le ha vendido armamento y aceptó refinanciar la deuda de Caracas con Moscú, luego de que el país y la petrolera Pdvsa fueran declaradas en default parcial por pagos atrasados de bonos.
En la conversación, el presidente venezolano felicitó al líder ruso por su “fantástico” triunfo electoral. Un gesto que busca alianzas internacionales, mientras el contexto local está signado por las crisis económicas y las críticas generalizadas de una oposición que señala las inconsistencias de las medidas tomadas.