SE PUEDE, NO SE PUEDE
Escribir un billete, sacarse una foto junto al ex rey y fumar marihuana están prohibidos. Se desaconseja alquilar vehículos.
Parece que algunos turistas entregan el cerebro a su llegada a Tailandia”, dice Oliver Meyer, un médico suizo que ejerce su profesión en Pattaya, un centro turístico de playa. “Se dan casos que requieren atención urgente y hospitalización”. Tailandia es uno de los países con la peor estadística de accidentes de tráfico en el mundo. Si un extranjero causa un accidente, el castigo puede ser muy duro, sobre todo si entre las víctimas hay tailandeses. En la zona de bares y discotecas, Walking Street, las motocicletas de cien a mil centímetros cúbicos se pueden alquilar por 7 euros al día; las motos pesadas arrancan en 30 euros, pero sin seguro. Un letrero con la imagen del rey Bhumibol, fallecido en 2016, colocado frente al templo budista de Wat Chai Mongkon, advierte a los turistas: “Prohibido tomar selfies”. Quien pisotee un billete de banco con la imagen del rey, garabatee o pinte el retrato del monarca se enfrenta a una pena de prisión. En Chaweng Beach, en la isla de Ko Samui, los turistas están acostados cómodamente sobre grandes tumbonas junto al mar y se pasan porros entre ellos. Un gran letrero rojo y blanco advierte en inglés: “Las drogas son ilegales en Tailandia”. E indica abajo la pena de cárcel para los infractores. Las famosas fiestas de luna llena en Ko Phangan tampoco carecen de peligro ya que hubo casos de muerte y violaciones de participantes que estaban bajo los efectos de las drogas o el alcohol.