“Hablemos del ajuste por inflación”
La semana pasada Mauricio Macri anunció una importante reducción de la burocracia que fue muy bien recibida por todos los que formamos parte de la producción agropecuaria.
Entre las medidas informadas, la eliminación de la categoría “productor” del Registro de Operaciones de Granos es, tal vez, la que más nos beneficia. Muchos no lo saben, pero esta decisión significa el ahorro de muchas horas destinadas a la elaboración de planillas, en las que un error de tipeo significaba que automáticamente la AFIP retuviera el 10,5% del IVA y obligaba a pagar el 15% del impuesto a las ganancias en la venta de granos. A su vez, el productor se le complicaba su operatoria y volver a ingresar en el registro era una tarea sumamente complicada.
Esta resolución, se suma a una amplia lista de cambios que en los últimos dos años mejoraron notablemente aspectos claves para el campo argentino. No hay dudas de que se están haciendo cosas, pero todavía nos falta mucho para generar competitividad a nivel país y llegar a ser el Supermecado del Mundo.
Con el actual Gobierno, pasamos de un régimen “extractivo” del gobierno anterior a un régimen más “inclusivo” donde se premia la capacidad, el esfuerzo, pero aún tenemos varios temas a mejorar y un problema muy serio que es la alta presión tributaria, donde existen impuestos sobre la renta real de la actividad en moneda dura, y con un alto porcentaje que “destripan” al productor.
Peor aún, el efecto impositivo que genera el no poder hacer ajustes por inflación, léase, la imposibilidad de ajustar las ganancias nominales por variaciones en el tipo de cambio, genera efectos muy distorsivos y una asfixia para quien asume todo el riesgo. Esta restricción no hace otra cosa que fomentar la desinversión, dado que el nivel de incertidumbre que se asume al invertir, no se repaga con un negocio planteado así. De esta manera, se impulsa a la especulación financiera antes que las inversiones productivas en economía real, se estimula el mercado informal, etc.
Vamos a un caso muy gráfico, una empresa que invierte para una campaña agrícola U$D 1.6 millones de dólares y se endeuda por U$D 400 mil dólares. Vende U$D 5 millones, obtiene una renta del 10% en el año, y hay una devaluación del 20% y una inflación del 20%, su impuesto a las ganancias medido en dólares y/o sobre su ganancia en dólares es del 80%.
En este escenario, resulta esencial que empecemos a hablar del ajuste por inflación, y esto comienza por asumir que , al igual que en el sector inmobiliario, la moneda de cuenta del campo es el dólar, con lo cual no podemos pagar impuesto a las ganancias por la devaluación y adelantar el 2% por ciento en cada venta de granos.
Siguiendo esa línea, inexo- rablemente, para ser el supermercado del mundo, hay que generar una “marca país”, pues los supermercados venden, en definitiva, marcas. Y para construir “marca” tenemos que generar en primera medida, credibilidad.
Para finalizar, hay que hacer muchas cosas bien, de manera sostenida y disciplinada en el tiempo, para poder así mejorar los procesos, generar hábitos que potencien los círculos virtuosos y las mejores prácticas. El desafío es poder ir constru- yendo entre todos una Argentina mejor, con instituciones inclusivas que promuevan el crecimiento al alcance de todos y favorezcan el desarrollo del conjunto de la sociedad de manera sostenible. Es fundamental generar todavía mayor previsibilidad y estabilidad, mayor institucionalidad, reglas de juego claras y seguridad jurídica para que los privados apuesten con más convicción y mirada de largo plazo. Es hora de trabajar para que las cosas “pasen” y no que “nos pasen”. En eso estamos, entiendo que la mayor parte de los distintos actores…..pero requiero tiempo, fortaleza y metodología. Estamos dispuestos?.