La sequía impacta en el ritmo de la ganadería
Si bien las lluvias de los últimos días terminaron con la sequía en la mayoría de las zonas, para CREA los efectos en la ganadería se seguirán viendo a lo largo de este año y del próximo.
La reciente sequía y su impacto en la producción forrajera está llevando a aumentos en la tasa de faena, que podría llevar a un cambio dentro del ciclo ganadero. “De continuar la tendencia actual, la faena esperada para el 2018 llegaría a valores por encima de 3 millones de toneladas equivalente res con hueso (ERCH), por encima de los 2,8 millones esperados previos a la seca. Este comportamiento está generando impactos en el precio de la hacienda”, reza el informe.
La seca se dio entre diciembre y abril de manera generalizada en todo el país, con importantes impactos en la producción forrajera. De forma más acentuada se vieron afectadas algunas regiones como el sudoeste de Buenos Aires y gran parte de Entre Ríos. Como consecuencia, la productividad del campo natural en las zonas mencionadas fue tan baja como la esperable en el peor de 20 años, según los datos relevados por el Sistema de Seguimiento Forrajero Satelital de CREA-FAUBA. Otro aspecto no menor provocado por la falta de lluvias fue el retraso o imposibilidad de siembra de verdeos de invierno y pasturas, comprometiendo el pasto de otoño-invierno que podría ser del 30-40%.
Como consecuencia de estas condiciones forrajeras se ha provocado un incremento de la faena tanto en hembras como machos. Como si fuera poco, la sequía está incrementado la tasa de extracción de novillos, es decir, la cantidad de cabezas que se faenan sobre el stock.