Un programa que premia a los ‘abanderados de los humildes’
Una iniciativa bonaerense que premia a jóvenes destacados de escuelas públicas invita a revisar el prejuicio de que los chicos de sectores vulnerables no valoran la educación.
¿Significa algo, hoy, ser abanderado? ¿Convierte al elegido en un “traga”, o es un importante estímulo para alumnos de sectores vulnerables? PERFIL buscó respuestas en especialistas a partir de un programa bonaerense que premia a chicos destacados de escuelas públicas.
Orgullo. “Quizás un alumno no va con la idea de portar la bandera, pero cuando se le dice ‘mañana vas a ser abanderado’, la cara de alegría se le nota. Siempre le aparece la cara del orgullo, incluso para la familia”, dice Silvia Grinberg, investigadora del Conicet en la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).
Grinberg, que hace 15 años trabaja con escuelas públicas de gestión estatal en la zona de José León Suárez, recono- ce que llevar la bandera en un acto es valorado, sobre todo, en contextos vulnerables, donde la escuela tiene un lugar clave y los logros de las familias de los barrios tienen una enorme importancia.
Grinberg no cree que los jóvenes no valoren la escuela. “Esa imagen que a los chi- cos no les importa nada no la hemos encontrado. La motivación tanto en los docentes como en los pibes está. Te sorprendería cómo los pibes quieren aprender y cómo valoran cuando aprenden. Es enorme la valoración del docente que enseña. Hay pibes que solo salen de su casa para ir a la escuela. Imaginate lo que implica en la vida si llega a ser abanderado. Es la sensación de que esa motivación, ese esfuerzo son reconocidos”.
GBA. Esta figura destacada para la educación argentina es reconocida por el Programa Abanderados que se imple- menta desde el año pasado en la Provincia de Buenos Aires. El ministro de Trabajo provincial, Marcelo Villegas, explicó a PERFIL que la intención es identificar y vincular el mérito académico de los jóvenes a pesar de un contexto complejo.
“Queremos vincular esos buenos ejemplos, el mérito, esfuerzo, vida personal, el mundo laboral, con el sector público, afirma.
Abanderados es un programa que cada año genera 25 oportunidades de empleo en el sector público a jóvenes que egresan del 5º año de las escuelas de gestión estatal. Cada diciembre, la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, presenta quiénes han sido los abanderados de los 135 municipios que componen la Provincia.
“De ahí, y a partir de la presentación de proyectos que los abanderados realizan junto con profesores de la escuela, se evalúa el impacto, la creatividad, la amplitud, la sostenibilidad y la replicabilidad. De esta manera un jurado de honor define quién es el representante de cada región, agrega.
“Los 135 reciben reconocimiento y 25 acceden a una práctica laboral del Estado. Tenemos en cuenta su perfil, su historia, su proyecto, sus inclinaciones a futuro y vemos cuál de los organismos del Estado provincial hay mayor afinadas. Hay tutores que los reciben y acompañan en su desarrollo diario durante un año. Y también que los ayudan en el inicio de esa transición hacia su carrera terciaria o universitaria”, concluye el ministro Villegas.
La investigadora Grinberg advierte que, más allá de todo, estas son “soluciones individuales; en algún momento el Estado va a tener que hacerse cargo de mejorar los edificios y que los recursos para una escuela les llegue. Las aspiraciones de los estudiantes, de los docentes y de las familias y sus deseos puestos en la escuela son enormes. Lamentablemente no hay una política que consiga fortalecer esos deseos y hacerlos posibles. Esas motivaciones se ven enfrentadas a dificultades que atraviesa la vida de las escuelas”.
“Te sorprendería cómo los pibes quieren aprender y cómo valoran lo que aprenden”, dice Silvia Grinberg, que investiga en escuelas del Conurbano