DONDE EMPIEZA EL MEDITERRANEO
Un hito en la historia de Colón y favorito de los surfistas, al sudeste de Cádiz, un ramillete de pequeños pueblos costeros cobra vida en verano. Pueblos blancos, galeones sumergidos y pesca del día.
El bar de playa donde Pierce Brosnan toma un mojito es en realidad una casa de baños de 1926. Hoy, el edificio alberga un centro subacuático arqueológico. Sin embargo, para la película de James Bond Muere
otro día, Cádiz, en la costa atlántica del sur de España, tuvo que transformarse en La Habana. No fue demasiado difícil. La antigua fortaleza portuaria Castillo de Santa Catalina, de 1554, también podría haber estado en la capital de Cuba. “En el siglo XVI, Cádiz fue destruida completamente por piratas y después fue reconstruida al mismo tiempo que se construían muchas ciudades coloniales españolas”, explica el arqueólogo Juan Ramón Ramírez Delgado, director del Museo Histórico de Cádiz. El pequeño monasterio franciscano La Rábida, situado cerca de Palos de la Frontera y fundado en el siglo XIII, cambió el curso de la historia. La pequeña población está situada en la provincia de Huelva, al norte de Cádiz. Allí, los reyes de España mandaron construir tres veleros para Cristóbal Colón con el objetivo de hallar una ruta marítima a la India. Sin embargo, los reyes de España primero tenían que reconquistar el país,
que estaba en manos de e los moros, por lo que los s monarcas congelaron el proyecto. Colón se retiró al monasterio, donde durante varios meses preparó su viaje de exploración. Finalmente, el 3 de agosto de 1492 se echó a la mar. En el monasterio hay una exposición de mapas marítimos y pinturas que recuerdan aquella época. Siguiendo la Costa de la a Luz hacia el sureste, uno o llega después de algunos os kilómetros al impresionante parque nacional de Doñana, que con una extensión de 53 mil hectáreas es uno de los mayores humedales de Europa. En el extremo sur del parque nacional se puede cruzar el Guadalquivir hacia Sanlúcar de Barrameda. La localidad, en la desembocadura del río en el Atlántico, es conocida por su exquisito jerez, el pescado fresco y sus numerosas iglesias, monasterios y palacios. Colón partió desde Sanlúcar para su tercer viaje a América. Buceando entre Ayamonte y Tarifa, se ven pecios históricos con cañones que volvían del Nuevo Mundo cargados con oro y plata. Al sur de Cádiz comienza lo que probablemente sea la región costera más bonita de toda España. Entre las playas de arena de varios kilómetros de largo, algunas de ellas vacías, y las dunas, protegidas por el Estado, solo hay unos cuantos pueblos costeros, como Conil de la Frontera, Caños de Meca o Zahara de los Atunes, donde está concentrado el turismo. El interior de la Costa de la Luz está marcado por dehesas donde pastan toros y se erigen turbinas eólicas. Por el viento constante, las anchas playas p blancas en el extremo extrem sur de Andalucía no es están llenas de complejos com turísticos ni grandes gra hoteles como en el Mediterráneo. También gracias al viento, en El Palmar, Punta P Paloma y Valdevaqueros V se abrieron a para el público p joven bares de playa y hoteles. La mayoría ma de los jóvenes van a Tarifa, la ciudad más meridional m de la Europa continental. “¿Dónde en Europa puede hacerse surf con Africa a la vista?”, pregunta el italiano Alessandro Bellusci, propietario de una escuela de surf en Tarifa. Aquí solo hay una distancia de 14 km entre las montañas de Andalucía y las del Rif en el norte de Marruecos: un canal ventoso perfecto. A pesar de que el estrecho de Gibraltar es una vía acuática muy transitada, se pueden ver con frecuencia ballenas y delfines, dice Katharina Heyer, una suiza que creó una fundación para investigar la vida de los animales en el estrecho y que ofrece excursiones en barco para avistar los cetáceos.