Jueces federales, ‘sitiados’ por el caos vehicular
Camiones y cortes por obras complican la circulación de detenidos y funcionarios por los tribunales de Comodoro Py. Magistrados y agentes de tránsito, a los gritos en plena calle.
“No sé quién es ella, pero no tiene el cinturón puesto, y la debería multar”; con esa frase, una agente de tránsito del Gobierno de la Ciudad le gritaba, en el medio del caos de tráfico en la zona de Retiro, al chofer de una de las magistradas más importantes de Comodoro Py.
Ambos iban en un vehículo oficial del Poder Judicial, y desde hacía casi una hora intentaban llegar desde la plaza de Retiro al edificio de los tribunales federales, pero el tránsito lo volvía imposible a pesar de que eran unas cuadras. Entonces, en medio del colapso de autos, camiones y los desvíos por la construcción del Paseo del Bajo, la magistrada se sacó el cinturón de seguridad para bajarse y caminar hasta su despacho, como lo hicieron varios de sus pares. Antes le sugirió a la joven agente, a cuyas órdenes no respondían los choferes de los camiones, que tomara otra medida, sin atender a sus respuestas, que el chofer consideró “de mala manera”.
La escena, digna de una pe- lícula de enredos, sirve para graficar el caos de la zona, que es motivo de preocupación en los tribunales de Comodoro Py, no solo por la seguridad de magistrados, empleados y ciudadanos que llegan hasta allí, sino también por los riesgos que genera a la hora de trasladar presos o para que una ambulancia llegue rápido en caso de una emergencia. El edificio concentra, cada día, entre 1.500 y 2 mil personas, y a eso debe sumarse el movimiento que genera su vecino de Avenida de los Inmigrantes, donde funciona el fuero Penal Económico.
Reclamo. La primera semana de feria hubo una reunión entre miembros de la Cámara de Casación, de la Secretaría de Transporte de la Ciudad, de la Dirección de Tránsito y de distintas áreas, ya que la zona donde está el edificio tiene restricciones portuarias. Allí, según explicaron a PERFIL, los camaristas Eduardo Righi, Carlos Mahiques, Mariano Borinsky y Liliana Catucci reiteraron la preocupación por el te- ma, que les habían hecho saber en febrero pasado. El Ejecutivo prometió una solución para esta semana.
Consultados por PERFIL, desde Transporte explicaron que “todo el tiempo están en comunicación”, y que “permanentemente se están buscando soluciones para “aliviar o amortiguar el impacto de la obra durante la ejecución”. En tanto ahora, puntualmente, la Dirección de Tránsito está “evaluando todo lo que se trató en la reunión” y trabajando en “las medidas paliativas”.
Autos chocados. Los autos oficiales de Borinsky y Catucci fueron dos de los chocados en la zona, que tiene casi interrumpida las circulación por las avenidas Comodoro Py, Antártida Argentina y de los Inmigrantes.
En pocos metros, en el área se suman: el tráfico de los camiones con containers que entran y salen del puerto, despliegues, desvíos y cortes por las obras del Paseo del Bajo, la construcción de una escuela sobre Antártida Argentina y la de la Morgue Judicial de la Nación.
Parte de las fuentes consultadas coincidieron en que uno de los mayores focos del problema es que los camioneros no usan el carril exclusivo para circular por el medio de Comodoro Py y tampoco respetan las directivas de los agentes de tránsito. El punto más complicado es en el cruce de Antártida Argentina y Comodoro Py, donde suelen tapar la senda peatonal. Sin embargo, fuentes del sindicato desmintieron el hecho a PERFIL. “Es chamuyo que no respetamos las normas”, aseguraron.
Los vehículos de los camaristas Mariano Borinsky y Liliana Catucci sufrieron choques
A diario, a los tribunales de Comodoro Py llegan presos que son trasladados desde las distintas unidades penales, en medio de fuertes operativos de seguridad desplegados por el Servicio Penitenciario Federal (SPF). A pesar de los controles y resguardos, el caos vehicular en torno a los tribunales genera preocupación a los miembros de Casación, porque sostienen que si un preso evade un control y se escapa sería imposible correrlo y recapturarlo entre las filas de camiones que impiden la salida y circulación del edificio. El otro hecho que preocupa mucho a las autoridades es el de las ambulancias. “Si hay una emergencia, ¿cuánto tardaría en llegar o irse?”, se preguntan. En ese sentido, dos magistrados recordaron los decesos de dos funcionarios judiciales en los últimos años. “Si pasara algo similar, quién sabe cuánto tarda en llegar la ayuda”, completaron.