Perfil (Sabado)

El ex juez Melazo, nombrado en las escuchas de una banda mixta, niega vínculos.

Defendió la ley del aborto en el Senado. Militancia adolescent­e, rechazo a la Iglesia y a la dirigencia. “A una amiga la echaron por llevar pañuelo verde”, dice.

- AGUSTIN GALLARDO

El humo verde sale de una bengala casi como una extensión natural del brazo. Atrás, cientos de estudiante­s la vivan en una ronda donde Milagros Peñalba abre los brazos como si quisiera abrazarlos a todos. La instantáne­a, publicada en su cuenta de Instagram, está acompañada de un anuncio: “Voy a estar exponiendo en nombre de todes en el Senado. Vamos juntes”, escribe Milo, como le dicen, en lenguaje inclusivo y con la euforia adolescent­e a flor de piel.

Dicho y hecho: Milagros vino a Buenos Aires desde Salta con sus 16 años a defender su posición sobre la ley del aborto en el Senado y disparó fuerte contra el sistema educativo y de salud publica de esa provincia. “No tenemos educación sexual ni tampoco se nos proveen métodos anticoncep­tivos, pero si nos quedamos embarazada­s nos juzgan en las calles, nos echan de los colegios y se nos margina. Pero si abortamos nos llaman asesinos”, comenzó exponiendo, dando además argumentos, varios de ellos sobre vivencias personales. “En mi provincia, un cuarto de los embarazos son adolescent­es, la verdadera rectora de la educación es la Iglesia y te sancionan por presentars­e a favor de esta ley”, agregó sin pelos en la lengua.

“Lo que me importa es que llegue el mensaje de lucha que estamos teniendo y seamos consciente­s de que no pueden morir más mujeres”, dice a PERFIL ya de regreso a su provincia, en una comunicaci­ón telefónica. Milagros es integrante de la Coordinado­ra de Estudiante­s Secundario­s de Salta (Cesal), la que representa a más de 200 colegios de su provincia.

La joven dice que habla siempre de su experienci­a y de la que viven cientos de adolescent­es en Salta. “En el colegio público al que fui, directamen­te no se enseñaba educación sexual. Esto pasa en gran parte de la provincia, por lo que me cuentan otras compañeras”, afirma.

— Según comentaste, había una materia que se llamaba Educación para el Amor, donde te sugerían no tener sexo como método anticoncep­tivo. ¿Es cierto?

—Sí, era así. Acá muchos adultos ven el sexo como un tabú, les da miedo que nosotros tengamos sexo y quiero avisarles: nosotros tenemos sexo. Por eso el “problema” de transmitir la educación sexual integral y laica. Nos parecía pésimo y no decíamos nada hasta que nos cansamos. A varios compañeros se les inculcaba la heterosexu­alidad obligatori­a, por ejemplo. El machismo está instaurado acá. Tengo compañeros que fueron valorados por su vida sexual.

—Estos días se dijo que te habían expulsado del colegio al que ibas por tu militancia.

—No voy a decir nada de los colegios.

—¿Por qué?

—Porque puedo tener problemas, de hecho ya los estoy teniendo.

—¿Qué te pasó?

—Sufrí persecució­n en el colegio al que iba, y es todo lo que voy a decir.

—¿ Pero ya estás anotada en otro colegio?

—Estoy en proceso.

—¿Y qué pasa cuando vas por la calle? Dijiste que muchos de tus amigos son juzgados.

—Me refería a la hipocresía que hay acá (en Salta) de parte de los que prohíben el aborto ya que nos juzgan tanto si defendemos la causa como si quedamos embarazada­s, o si queremos llevar a cabo la maternidad. Hay un gran juicio contra la mujer en Salta y contra el colectivo LGTB. Nos ha pasado que nos digan: “¡Qué asesina que sos!”, o “Andá a lavarte el culo”. Ese sale mucho. O te dicen: “Si abren las piernas para coger, ábranlas para parir”. Todo eso es común.

—¿Sabés de otro alumno que haya sido expulsado de algún colegio por manifestar su descontent­o?

—Sí, a una compañera del colegio la echaron por tener el pañuelo verde en la mochila. El escenario es complicado porque veo casos de amigas que no pueden terminar la secundaria por estar embarazada­s, o que van a estudiar con sus hijos porque no tienen con quién dejarlos. Por ahí lo pueden hacer y les dicen: “Qué hacés acá, andá a cuidar a tu hijo”.

—Te referiste a la Iglesia como “rectora de la educación sexual”. ¿Qué pasa con la clase dirigente?

—La Iglesia está muy presente, de hecho este plan Educación para el Amor fue instaurado por la Iglesia claramente. La clase dirigente está muy conectada con la Iglesia y vemos que no se involucran. Nosotros varias veces los citamos para reunirnos. Nos

“En Salta los que están contra de la ley manejan una violencia increíble” “Mi mamá me apoya y me cuida, por eso siempre voy acompañada por ella o amigas”

hubiese encantado hablar con (Juan Manuel) Urtubey, pero no pudimos. Los políticos están presentes parcialmen­te para algunos sectores de la sociedad. Y cada vez que se presentan es, perdón por la forma, para cagarnos en algo. La audiencia la pedimos con la ministra de Educación, (Analía) Berruezo. La pedimos para que nos dé respuesta a un montón de preguntas que tenemos. No tuvimos respuesta y negó toda las persecucio­nes que sufrimos los estudiante­s.

— ¿Qué te pareció el discurso de Abel Albino?

—(risas)¡Ay!... por favor. Me dio miedo que una persona exponga de ese modo en el Senado. Aparte me parece nefasto que personas adultas, que hombres adultos sobre todo, vivan en esa realidad. Hay muchos hombres que piensan como Albino.

— De todos los referentes que están en contra de la ley del aborto, ¿hay alguien de que digas “con está persona me puedo sentar a discutir”?

—No, no hay referentes de Salvemos las dos Vidas que me guste como hablan. El mejor referente con que me tocó discutir fue un compañero de colegio y fue una charla maravillos­a.

—Según contaste, tu mamá te tuvo a los 17 años. ¿Cómo toman ella y tu familia la exposición que estás teniendo?

—Ella lo vive re orgullosa y me apoya mucho, pero también me está cuidando porque acá en Salta los que están en contra de la ley manejan una violencia increíble. Por eso voy siempre acompañada por alguien, con mi vieja, con mis compañeras.

—¿Tenés miedo que te pase algo?

—No, no me da miedo para nada.

— ¿Te gustaría hacer política cuando salgas del colegio?

—Estoy pensando porque hay varias carreras. Me gusta el psicoanáli­sis, la filosofía, los derechos humanos, la abogacía. Todo lo que tenga que ver con lo social.

— ¿ Qué creés que va pasar el 8A (8 de agosto, día de la votación de la ley en el Senado?

—Para Para mí va a ser ley. Tiene que ser ley sí o sí. — ¿Y si no?

—Pienso positivame­nte. positivam ¡Va a salir...! Si no, se va v a armar un quilombo.

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VERDE. Milagros Peñalba en Salta junto a sus compañeros antes de viajar a Buenos Aires para exponer en el Senado. Fue elegida entre representa­ntes de 200 colegios privados y públicos. “Votaron y salió que vaya yo en representa­ción de todos”, dice Milo...
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 ??  ?? VOZ. La madre de Milagros la tuvo a los 17 años. Ahora ella agradece su apoyo y lucha por los derechos de las mujeres. “Hay mucho machismo”, dice.
VOZ. La madre de Milagros la tuvo a los 17 años. Ahora ella agradece su apoyo y lucha por los derechos de las mujeres. “Hay mucho machismo”, dice.

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