Perfil (Sabado)

Años de inicio

- DANIEL GUEBEL

El brillo era la obra de los otros escritores, lo inimitable que no se podía tomar

vorar de libros (durante años, al menos tres por día) no me volvía más sabio, técnicamen­te hablando. Por las noches, terminaba con dolor de cabeza, abombado. Si tuviera que adelantar una conclusión, diría que escribí para enseñarme a leer, restituyen­do en la tardanza lo que no aprendí en el deslumbram­iento propio de los primeros descubrimi­entos. Aunque mi tono general sea la melancolía, no hay en esta admisión ningún rasgo melancólic­o. En realidad, es una tarea ardua, que tal vez ocupe toda una vida: volver a traer a la luz lo que no pudo verse o lo que uno se ocultó a sí mismo que veía. De eso quizás trata mi famosa formulació­n (famosa solo para mí): “Escribir es ordenar la biblioteca”. La literatura leída como una colección de piezas dispersas, hundidas entre las capas de polvo y falso olvido que acumula el tiempo, la escritura como una arqueologí­a del inconscien­te literario que hace aflorar lo oculto de lo leído para que ese tesoro adquiera el resplandor inicial, que la vista estrábica del escritor no detectó a la primera mirada, pero que sin embargo supo preservar para cuando pudiera usarlo.

Pese a todo, hay un aprendizaj­e, pero no se trata de un dispositiv­o instrument­al sino de un modo de selección, oscuro para uno mismo. Nada más placentero y a la vez más crepuscula­r que el acto de hacer memoria sobre el tiempo de los comienzos. Escribir fue, desde el principio, sujetarme a las condicione­s de una libertad de invención que oscilaba siempre entre la voluntad de exceso y la sensación de impotencia. El deseo de hacerlo era tan poderoso que anulaba su posibilida­d, porque cada palabra efectivame­nte puesta sobre el papel funcionaba menos como un puente tendido hacia una continuida­d que como una limitación de ese anhelo. ¿Brillan las palabras? Al menos, para mí, el brillo era la palabra ajena, la obra de los otros escritores, lo inimitable que no se podía tomar. A eso se sumaba que el continuo de-

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina