Frenética búsqueda de los originales del arrepentido como evidencia del delito
Fueron dos frenéticos días en busca de “los cuadernos de las coimas” del ex chofer Oscar Centeno para dar con los textos originales que retratan los viajes con bolsos de dinero negro durante el kirchnerismo.
Centeno aceptó el jueves declarar como arrepentido y terminó de hacerlo ayer. El expediente judicial está sustentado en los escritos de Centeno, pero ante la ausencia de los cuadernos originales, el fiscal Carlos Stornelli había salido a ratificar que las copias de los textos entregados por un periodista de La Nación son prueba contundente y acabada para avanzar contra los ex funcionarios y empresarios detenidos esta semana. Cayeron por estar mencionados en los relatos del ex chófer de Roberto Baratta, uno de los principales colaboradores del ex ministro de Planificación, Julio De Vido.
Antes de que el caso saliera a la luz, Stornelli meditó junto a personas de su extrema confianza cómo sustentaría judicialmente la hipótesis periodística, contaron cerca del fiscal. Sabía que los cuadernos originales existen porque el periodista que le entregó copia de los textos aseguró haberlos vistos y los fotografió. Pero no contaba con ellos.
El jueves, el chófer declaró que los cuadernos se encontraban escondidos en su casa de Olivos. Sin embargo, la Policía Federal no lograba encontrarlos. Stornelli y los efectivos de la fuerza llevaron a Centeno a su domicilio, sin suerte. En- tonces, el detenido dijo que había entregado los cuadernos a un amigo para que los moviera a otro domicilio y los condujo hacia el lugar donde supuestamente los hallarían. Fue en vano, nuevamente. Era una casa abandonada en Bella Vista, contaron fuentes del caso.
Las chances de Centeno para mejorar su situación judicial se estaban agotando. Si bien admitió haber escrito lo que dicen las copias de los cuadernos, la Justicia pretendía contar con los originales para garantizarse la legitimidad de la prueba frente a la embestida de las defensas de ex funcionarios y empresarios, que podrán aprovechar la ausencia de los originales para pedir la nulidad de la prueba, ya que no pueden peritarla (ver aparte).
¿Centeno agotó sus conocimientos sobre la ruta de las coimas de la obra pública en sus escritos? ¿Tiene más información valiosa para el fiscal? ¿No la tenía y por eso el juez Claudio Bonadio se negaba el jueves a homologar un acuerdo de arrepentido?
Stornelli dejó ayer la última audiencia con Centeno con pocas precisiones para los periodistas que aguardaban los resultados de la indagatoria al chofer en los tribunales federales. La causa está en secreto de sumario y el objetivo es garantizarse que las copias de los cuadernos serán suficientes para mantener no sólo a importantes empresarios y a ex funcionarios tras las rejas, sino para acorralar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La Justicia buscaba los originales para garantizarse la legitimidad de las evidencias