Macri ya esperaba que algún empresario se quiebre y confiese
Dice que no están acostumbrados a estas situaciones, por lo que pueden terminar hablando. Niega que puedan afectar a sus funcionarios. El futuro de su primo.
Entre las múltiples aristas que se abrieron con la novela de los cuadernos del chofer, Mauricio Macri se mostró más sorprendido por el capítulo referido a los empresarios. Al punto tal que aventuró que más de uno puede empezar a quebrarse y confesar el mecanismo por el cual se entregaban sobornos a cambio de licitaciones. “Cree que como no están acostumbrados a esto puede que hablen y eso puede seguir destapando ollas”, relató una de las personas que estuvo con él desde que se conoció la noticia.
Lejos de mostrarse nervioso por lo que podría pasar en ese caso, quienes hablaron con él en los últimos días interpretaron que lo dice con una connotación positiva. Incluso, sin importarle lo que pueda suceder si los empresarios ventilan información que salpique a funcionarios de Cambiemos, ya sea a nivel nacional como provincial.
Tampoco muestra preocupación respecto al futuro de su primo Angelo Calcaterra, quien fuera titular de Iecsa y ahora volvió a quedar en la mira de la Justicia con la detención de su número dos, Javier Sánchez Caballero (ya está involucrado también en causas vinculadas a Odebrecht). “Creo que hace tiempo entendió que tarde o temprano su primo va a caer”, sostiene un dirigente de Cambiemos que sigue de cerca las causas de corrupción.
Cuadernos. Lo que aparentaba ser un acto para anunciar la ampliación de créditos para jubilados y beneficiarios de planes sociales terminó siendo la tribuna que eligió Macri para hablar de la novela que conmovió al ámbito político.
“Hoy más que nunca necesi- tamos que la Justicia nos diga si eso es verdad, que la Justicia nos demuestre que no hay impunidad, porque necesitamos creer en nosotros mismos”, arrancó el Presidente.
En un momento donde las noticias económicas son todas negativas y en el que el Gobierno repite la necesidad de avanzar en un ajuste, Macri vinculó el déficit fiscal con el “desorden en el que todo pasa desapercibido”. “No queremos más políticos que nos digan que vienen a terminar con la pobreza y la única pobreza con la que terminan es la de ellos”, disparó.
Y por último, intentó rescatar lo hecho por su Gobierno en temas de transparencia: “Esto que pasa es doloroso, hay una minoría que nos toma el pelo, pero tenemos que valorar que está sucediendo. Si no hubiera sucedido este cambio, esto no hubiese aparecido”.
Justamente, después de ese acto en Quilmes tuvo una reunión en la Quinta de Olivos con la “Mesa de Integridad”, que nuclea a todos los funcionarios vinculados a la temática de la transparencia. Según explicaron en Gobierno, la reunión ya estaba prevista de antemano, sin embargo, no dejó de generar suspicacias el momento elegido y que se haya aprovechado para difundir la foto del encuentro. Allí estaban Mario Quintana, Fernando Sánchez, Laura Alonso, Alberto Gowland y Bernardo Saravia Frías, entre otros.
Para fin de año, Macri presentaría un plan nacional de lucha contra la corrupción, que abarca cinco años para comprometer en acciones directas a ministerios y entes descentralizados. En el medio, el Ejecutivo mandará al Congreso un proyecto para modificar la ley de ética pública.
Respecto a la novela de los cuadernos y un eventual impacto futuro en el Gobierno, los funcionarios repiten: “Que pase lo que tenga que pasar”, “No vamos a apañar a nadie”. Mientras tanto, seguirán sacándole provecho político al caso. “Vemos pánico y estupor en algunos sectores”, dicen. Y sonríen.