Las Abuelas presentaron al nieto recuperado N° 128
Se llama Marcos Eduardo Ramos, proviene de Tucumán y es el nieto Nº 128. Ayer, en una emotiva conferencia de prensa, las Abuelas de Plaza de Mayo lo presentaron en sociedad, acompañado de sus dos hermanos mayores, Ismael y Camilo. Fue este último el que logró condensar, en una frase, la emoción del momento: “Para mí es la restitución del amor no vivido hace 42 años”, aseguró.
Marcos es hijo de Rosario del Carmen Ramos, militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) e Ismael Amado Suleiman. La pareja ya tenía los dos hijos mayores cuando Rosario, a los 28 años, fue secuestrada en un operativo en la zona del viejo cargadero de caña de la locali- dad de San José. Entonces estaba embarazada de Marcos. La mantuvieron cautiva varias semanas y luego fue liberada. El 9 de junio de ese mismo año nació Marcos.
Para noviembre de 1976, el matrimonio se había separado. Ese mes, Rosario fue secuestrada una vez más por la patota, solo que esta vez se fue en un Ford blanco para ya no volver.
En momento del operativo, Camilo se hallaba al cuidado de su padre. Ismael y Marcos, en cambio, se encontraban con ella, por lo que también fueron secuestrados y trasladados a una casa quinta ubicada en Tafí Viejo. Al cabo de una semana, ambos hermanos fueron separados y a Ismael lo transfirieron a otro domicilio en Tucumán. Nunca más vio a su hermano menor.
Ismael se reencontró con su padre luego de fugarse y ser apresado varias veces. En una de esas evasiones, logró ubicar a su tío paterno, quien dio aviso a su hermano sobre el paradero de su segundo hijo. Ayer, calificó de “impresionante” el trabajo de búsqueda que concluyó con éxito desde el equipo de Abuelas. “El reencuento fue fabuloso”, selló.
“Es la restitución del amor no vivido hace 42 años”, dijo Camilo, uno de sus hermanos
Durante la conferencia, Estela de Carlotto detalló que el proceso de búsqueda fue iniciado en los 90 por Ismael, cuando se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para contar la historia de su familia. Tiempo después, en 2013, el organismo recibió una denuncia respecto a la existencia de un hijo de desaparecidos, apropiado por una persona que estaba imputada por delitos de lesa humanidad en Tucumán. Así el caso alcanzó a la Justicia provincial, primero, y luego a la federal. “Marcos accedió voluntariamente a realizarse los exámenes de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos”, indicó Carlotto.
Marcos se convirtió, de este modo, en el segundo nieto restituido en la provincia de Tucumán. “(Su caso) Debería contribuir a acabar con el negacionismo, la justificación y el olvido que subsiste en parte de la sociedad”, destacó Carlotto, que prometió que, “mientras tengamos vida, seguiremos buscando a los centenares de nietos que aún faltan”.