Con una selfie se podrá verificar la identidad y hacer trámites online
El Gobierno lanzó el Sistema de Identidad Digital para dejar atrás la burocracia. Se podrá validar una transacción en siete segundos.
Es un clásico de todo trámite público o ante una empresa privada: “Necesitamos fotocopias de su DNI, un recibo de servicios a su nombre y que firme estos formularios”. Todo este folklore burocrático podría desaparecer si prospera la flamante plataforma del Sistema de Identidad Digital (SID) que el Gobierno presentó hace unos días. Básicamente, se trata de un sistema informático que funcionará conectado a la base de datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper).
“Es una herramienta desarrollada por el Estado y que sirve para validar la identidad de una persona por medio del reconocimiento facial hecho por computadora. La idea es que cualquier ciudadano pueda realizar un trámite público o privado sin necesidad de trasladarse físicamente hasta una oficina de atención”, explicó a PERFIL Andrés Ibarra, ministro de Modernización. En este proyecto el Estado invirtió, según Ibarra, $ 28,5 millones, incluyendo toda la infraestructura, el desarrollo y el software.
“Esta implementación nos ayudará a acercar a la Argentina a lo que hacen los países más avanzados en identidad digital, como Estonia”, dijo a PERFIL Sebastián Stranieri, CEO de VU Security, la empresa argentina que ganó la licitación estatal para concretar el desarrollo. “Pensamos mucho en cómo podría usarlo la tercera edad, para que no tenga que moverse para, por ejemplo, dar fe de vida periódicamente yendo al banco donde cobra la jubilación”, agregó. Para eso bastará con sacar una foto al DNI y una selfie, y seguir las instrucciones de la app. En no más de siete segundos el sistema comparará los datos con la base del Renaper y validará, o no, la transacción.
Según la compañía, el sistema es flexible. “Se podrá usar desde un smartphone pero también desde una tablet, PC o cajero automático, entre otras opciones”. Y reafirmó que es confiable: “Hay países que ya usan el reconocimiento facial, combinado con la huella dactilar, para autorizar en forma automática el paso por Migraciones”.
También está suficientemente evolucionado como para eludir engaños hechos con maquillaje, la barba o intentos similares. “De todos modos, se pueden agregar “capas” de seguridad. Además de sacarse la foto –sin anteojos, y con buena luz–, también se podría enviar al usuario un e-mail con un link o un código para comprobar que la persona tenga el celular en la mano, y otros elementos similares que van sumando más seguridad”, destacó Stranieri.
Y agregó que usaron herramientas reconocidas en la industria, como conexiones HTTPS, estándares de cifrado AES 256 y APIs y servicios web especialmente elegidos para usos bancarios “que aseguran un elevado nivel de seguridad. También pasamos auditorías, y el código fuente lo tiene el Gobierno para que sus programadores puedan analizarlo en busca de eventuales bugs”. “Esto ayudará a acercarnos a países más avanzados en identidad digital, como Estonia.”
Opiniones. Los expertos en seguridad consultados por este diario, aunque optimistas respecto del desarrollo, recordaron también algunos problemas de estos conceptos. Según Gustavo Aldegani, consultor en seguridad informática para la industria financiera y docente de la Universidad de Belgrano, hasta ahora no existe un sistema de identificación totalmente eficaz. “Por las características del utilizado en Argentina, considero que puede llegar a tener hasta un 60% de eficiencia: no es bajo, ya que otros países, incluyendo a EE.UU., no lograron superar el 80% de efectividad”, sostuvo. Y agregó: “A todos nos fascina la idea de identificarnos con una selfie, pero olvidan que ese es un factor secundario. La clave está en la foto del anverso y el reverso del DNI: aunque sea una hermosa selfie, si el reverso del DNI o su foto tiene anomalías, la identidad no será validada”.
Desde el Ministerio de Modernización resaltaron que esta solución también la usarán los bancos y empresas financieras. “Lo que no se suele aclarar”, recordó Aldegani, “es que esta validación apunta al segmento más bajo de los productos bancarios. Seguramente, para préstamos o paquetes sofisticados todavía habrá que acudir a una sucursal”.