EE.UU. exige que China no “subestime” las medidas de Trump
Beijing anunció nuevos aranceles por 60 mil millones de dólares. “Su economía es débil”, reaccionó la Casa Blanca. Escalada de un
El mundo contuvo ayer el aliento cuando China anunció que impondrá nuevos aranceles a productos de Estados Unidos por 60 mil millones de dólares y la Casa Blanca le contestó que “no subestime la determinación” del presidente Donald Trump de profundizar la guerra comercial. La decisión del gobierno de Xi Jinping llegó un día después de que la Casa Blanca amenazase con aumentar del 10 al 25% las tarifas aduaneras que aplica a las importaciones del país asiático, una medida que alcanzaría los 200 mil millones de dólares.
En represalia, las autoridades chinas se mostraron dispuestas a imponer aranceles del 25%, 20%, 10% y 5% a 5.207 productos estadounidenses, según un comunicado del Ministerio de Finanzas del país asiático. “Si Estados Unidos está dispuesto a seguir su propio camino y aplicar sus medidas de aumento de tarifas, China implementará las medidas de aumento antes mencionadas”, subrayó el texto difundido por el gobierno de Xi Jinping.
El Ministerio de Finanzas chino explicó que la imposición de esas tarifas se basa en “la defensa de los derechos e intereses legítimos” del país asiático, a través de medidas que buscan frenar los enfrentamientos comerciales pero también “minimizar” su impacto sobre la producción nacional. “Tras la im- plementación de las medidas anteriores, los departamentos pertinentes evaluarán la efectividad de las medidas con la comunidad y se esforzarán por minimizar su impacto en la producción y la vida doméstica de China”, agregó el comunicado.
Reacción. El asesor económico de la Casa Blanca Larry Kudlow cuestionó ayer en duros términos a China. “Su economía es débil, su divisa es débil, la gente está saliendo del país. No subestimen la determinación del presidente Trump de proseguir”, indicó en una entrevista concedida a Bloomberg.
Kudlow remarcó que lo que quiere el gobierno estadounidense “son reformas comer- ciales”, y subrayó que, por ahora, “China no está cumpliendo”.
“Los inversores extranjeros no quieren estar en China. Hoy noté que el mercado bursátil de Japón vale más que el de China, me encanta eso”, añadió el funcionario norteamericano. Japón es la tercera economía del mundo, después de la de Estados Unidos y la de China.
Además, Kudlow valoró positivamente los recientes avances en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y la Unión Europea (UE), lo que significará, según su visión, un “frente unido” contra China. Trump acordó la semana pasada con Jean-Claude Juncker, presidente del Consejo de la UE, trabajar para reducir las barreras comerciales mutuas.
Luz de alarma. En plena tensión con Beijing, Trump recibió ayer una mala noticia económica. El Departamento de Comercio informó que el déf ic it comercial aumentó un 7,3% en junio y quedó en 46.300 millones de dólares. La suba del déficit llegó después de cuatro descensos mensuales consecutivos.
La caída de las exportaciones de autos y el aumento en el precio del petróleo impulsaron la brecha, que se agrandó en los intercambios con China, la Unión Europea, Canadá y México, socios que respondieron con medidas de represalia ante los aranceles que les impuso Trump en los últimos meses. Las exportaciones bajaron en junio un 0,6%, hasta los 213.800 millones de dólares, mientras que las importaciones crecieron un 0,6%, llegando a los 260.200 millones de dólares.
Guerra. Estados Un idos y China están envueltos desde hace meses en un conflicto comercial que amenaza con desacelerar el crecimiento global. A principios de julio,
Larry Kudlow, asesor de Trump, dijo que EE.UU. quiere “reformas comerciales”
Washington impuso aranceles del 25% sobre 34 mil millones de dólares de bienes chinos, generando una represalia proporcional por parte del gigante asiático.
Días después, Washington anunció nuevas tarifas aduaneras a las impor taciones provenientes de China por 200 mil millones de dólares. Trump declaró que evalúa imponer aranceles por 500 mil millones, lo que equivaldría a la totalidad de lo que Estados Unidos le compra a Beijing.
Señales. En plena escalada entre las dos principales economías del mundo, China defendió ayer su compromiso con el libre comercio y la globalización de la economía. El jueves pasado, el gobierno chino pidió al de Estados Unidos que “vuelva a la sensatez” y abandone una táctica de “chantajes”, en respuesta a la nueva propuesta de Washington de aplicar aranceles a productos importados de China por un valor de 200 mil millones de dólares. El gobierno asiático subrayó que la puerta al diálogo seguía “abierta”, pero las conversaciones debían basarse en “la credibilidad, la confianza y el respeto”, por lo que la presión unilateral solo era “contraproducente”.
A tres meses de las elecciones legislativas de medio término, Trump, en tanto, insistió con su postulado, que lo llevó a la Casa Blanca: “América primero”, le guste a quien le guste.