Vivir con un alien metido en el cuerpo
Venom es uno de los villanos más oscuros de Marvel. Proviene del espacio y es un temible parásito que se introduce en el cuerpo de las personas y comienza a interactuar con ellas de modo nefasto. En los más débiles puede conducirlos a la muerte. En otros, como en el caso del periodista Eddie Brock, al que le temen sus entrevistados e interpreta Tom Hardy, se convierte en una especie de álter ego, que desquicia a la persona con su voz interior dándole indicaciones que, la mayoría de las veces, no son nada benevolentes. Lo cierto es que este oscuro personaje cobra personalidad por primera vez en la factoría Marvel, gracias a los artistas David Michelinie y Mark Bagley en 1993, en el cómic Venom lethal
protector y más tarde pudo vérselo en cine en Spiderman 3. Lo cierto es que este Venom parece que llegó para quedarse y según se ha dicho formará parte de una trilogía, cuya secuela ya se anticipa tras los títulos finales, con la aparición de un villano que promete una carnicería de sangre y lo encarna Woody Harrelson. Pero si bien a Venom no se lo puede separar de Spiderman, ya que es como su parte oscura, en la actual spin-off el personaje resulta un poco discutible debido al humor y una cierta caricatura ingenua con que se ha dotado al papel del periodista Eddie BrockVenom. Aunque hay que reconocer que Tom Hardy le aporta una dosis de humor, entre irónico y absurdo que no le sienta mal al papel y lo hace más digerible para los más pequeños que sin duda disfrutarán de este superhéroe que como el Hombre araña, cuando se siente acorralado trepa y vuela extendiendo tentáculos gigantes, o sacando a relucir una dentadura capaz de triturar a cualquiera, sumado a una máscara, que resulta rápidamente identificable con el simpático y arácnido personaje por todos conocido. Acá el fenómeno comienza cuando el temible reportero que hace Brock entrevista a un millonario científico que escudado como un benefactor capaz de intentar curar el cáncer, exporta de la Galaxia un virus con el que experimenta en vagabundos con un fin impreciso y lo cierto es que la mayoría termina muerta. Por lo que si bien el guión es trillado y algo elemental, la película entretiene, aunque no deslumbra con sus efectos y Hardy parece ideal para este papel en el que se mueve como un freak, intentando aplicar justicia, aunque no siempre lo logra. Poco acertada es la inclusión en Michelle Williams, en el papel de la ex novia de Eddie Brock.