Fría acogida de los jueces federales al nuevo titular del máximo tribunal
Esta semana, en uno de los salones del Hotel Alvear Icon de Puerto Madero, Carlos Rosenkrantz dio su primer discurso público como presidente de la Corte Suprema. Fue en el marco del J20, el encuentro que reúne a los ministros de otros países, y que se da en el marco de la cumbre del G20. El evento se dio en medio de la polémica con su antecesor, Ricardo Lorenzetti, y quien tenía todo listo para ser el anfitrión del encuentro, ya que la votación para renovar el cargo estaba prevista para noviembre.
Lorenzetti estuvo en el escenario, en el que también estuvieron los restantes cortesanos, y hasta el presidente Mauricio Macri. Pero parte de la atención se la llevaron los asistentes y ausentes al acto. Allí estaban invitados los jueces de Comodoro Py, el fuero más poderoso del país, pero no todos los magistrados dijeron presente. El detalle no pasó inadvertido teniendo en cuenta que septiembre pasado, tras conocerse el cambio de mando, en los tribunales de Retiro hubo una fuerte conmoción, porque Lorenzetti era un presidente con fuerte presencia allí.
Las ausencias más importantes se dieron entre los jueces de primera instancia, entre los que solo estuvieron tres de los once que hay en la actualidad. Para muchos se trató de una primera y clara señal para con el hombre que será cabeza del Poder Judicial por los próximos tres años y que tendrá, en su relación con el
fuero, uno de los grandes desafíos de su gestión. Y que se prevé que encarará cambios que Lorenzetti no hizo.
Entre quienes sí acudieron al acto estuvieron los jueces Sebastián Casanello, Daniel Rafecas y Marcelo Martínez De Giorgi. De los camaristas fueron Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens y varios de los integrantes de la Cámara Federal de Casación Penal como Mariano Borinsky, Gustavo Hornos, Liliana Catucci, Ana María Figueroa y Diego Barroetaveña y jueces de los Tribunales Orales Federales.
El discurso de Rosenkrantz fue celebrado por varios de ellos, quienes destacaron el corte institucionalista que tuvo. “Ser un juez independiente exige mucho más que ser independiente de los poderes. Hay que ser independiente de nuestras condiciones ideológicas y políticas. Hay que estar motivado por respetar únicamente las reglas de la comunidad. Para ser verdaderamente independiente un juez debe ser independiente de sí mismo”, dijo Rosenkrantz.Q