La CGT amenaza con un nuevo paro de 36 horas en noviembre si no hay diálogo
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La conducción de la CGT decidió esta semana elevar la amenaza de un nuevo paro general, que se realizaría en noviembre y por 36 horas, ante la falta de respuestas del Gobierno.
Aún no hay una fecha definida y falta consensuar un apoyo unánime a la medida de fuerza, además de formalizarla en una reunión del consejo directivo. Pero los principales dirigentes acordaron que la principal voz de la central, el ahora cosecretario Héctor Daer, presente a una nueva huelga como parte del abanico de posibilidades que barajan en la CGT.
Así, se confirma la intención de mantener un tono duro tras la salida de seis gremios de la conducción y la renuncia de Juan Carlos Schmid al triunvirato. También la falta de un canal de diálogo, más allá de los temas sectoriales, entre el Ejecutivo y el sindicalismo. En consecuencia, a menos de un mes de la última medida de fuerza, ya comienza a sonar la idea de una nueva huelga general antes de fin de año.
Directorio. En el plano interno, se decidió mantener una cosecretaría compartida por Daer y Carlos Acuña, representante del sector que lidera Luis Barrionuevo. No asumirá nadie el lugar vacante. Andrés Rodríguez (UPCN) ostenta el cargo de secretario adjunto desde que se gestó la unidad de la CGT y se eligió el triunvirato, pero se ha decidido que no asuma el rol de triunviro y conserve su cargo actual. De esta manera, también se busca relativizar el impacto de las renuncias.
Por ahora, no trascendió ninguna medida para contener la salida de gremios. Desde la central, varios integrantes de la mesa chica aseguraron que la institucionalidad está garantizada con la mayoría de los integrantes del consejo directivo. Al día de ayer, el balance era de seis renunciados, con otros 29 activos que garantizan una mayoría entre los 35 cargos que integran el máximo órgano de conducción cegetista.
En este esquema, el representante de Sanidad gana protagonismo como el principal referente de la central de cara al público, con el apoyo de los gremios de servicios y de los denominados “independientes” (Uocra, UPCN y Aguas Argentinas). Este sector es uno de los que avalaron el anuncio de un posible paro, pero también mantiene los canales abiertos con el Ejecutivo. Por caso, ayer Gerardo Martínez (Uocra) participó del acto en Olivos donde se anunciaron medidas para favorecer la construcción privada.
Durante el congreso de la Federación de Sanidad, Daer dijo este jueves que “el movimiento obrero no puede darse el lujo de dividirse, y menos en estos tiempos” y evaluó que “si hay dos CGT, no hay nada”. Durante la semana, elevó las críticas contra la política del ejecutivo y también preparó medidas de reclamo ante el abortado aumento de tarifas de gas por la devaluación. Finalmente, no se concretó el amparo colectivo que preparaba. También se espera que tenga un rol activo en el debate del presupuesto, donde pondrá el énfasis en el problema de los jubilados, del mismo modo en que apunta a los despidos y las paritarias como los principales temas de preocupación de la CGT.
Reuniones. La semana pasada, Daer mantuvo un cara a cara con el ministro de Producción Dante Sica, como parte de la delegación de gremios industriales. Así, mostró que mantiene liderazgo en este sector además de los grandes gremios de servicios que integran los “gordos”. Pero hay un sector clave, que aún tiene representantes en la CGT y no está tan firmemente alineado con su liderazgo.
Omar Maturano (Fraternidad) y Roberto Fernández (UTA), dos alfiles fundamentales del transporte, aún forman parte de la mesa chica de la CGT y no tienen planes de renunciar como Schmid, quien también tiene la secretaría general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Los dos dirigentes apoyaron en la reunión de mesa chica la idea de amenazar con un paro, pero con seguridad querrán hacer valer la importancia del transporte si se decide avanzar con la quinta huelga general de la era Cambiemos.
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